En medio de una profunda tristeza, la familia del esteliano Reymundo Arteta logró repatriarlo y darle cristiana sepultura en su ciudad natal, con el apoyo de la ciudadanía y de algunas entidades. Él lamentablemente falleció en un accidente de tránsito en Estados Unidos, a sólo tres meses de haber llegado a suelo norteamericano.