Yulibeth Suarez Lara, habitante de la comunidad Matapalo, del municipio de Pueblo Nuevo, Estelí, decidió reclamar públicamente un solar ubicado en dicha localidad, ya que, según ella es una herencia de su abuela para su papá, pero los lugareños lo reclaman como sitio público.
La situación se generó debido a que hace unos 60 años, según Yulibeth, su abuela "prestó el terreno" para que se construyera una pequeña escuela, cercana a otro solar que le habría comprado el Ministerio de Educación (MINED). La señora, presuntamente le dejó el solar como herencia al papá de Yulibeth, pero la comunidad junto a su secretaria política impide que dicha familia tome posesión de la propiedad.
Suarez asegura que su papá posee escrituras de dicho terreno, pero a pesar haber expuesto la situación en el juzgado de Pueblo Nuevo, la situación no ha sido resuelta. "La comunidad no puede pelear eso porque no tiene personalidad jurídica, mi papá tiene los papeles pero es como que no cuentan. Aquí en Pueblo Nuevo las autoridades nos dieron la espalda, el facilitador que está en el juzgado más bien me ofendió", sostuvo la denunciante.
"Mi papá con cuánto sacrificio cercó el solar, hasta se quitó el pan de la boca, porque realmente si lo estamos queriendo recuperar es porque lo necesitamos", expresó Yulibeth.
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Comunitarios aseguran que el terreno en disputa es de ellos. Foto: Alba Nubia Lira/Radio ABC Stereo
Ante este conflicto la secretaria política de Matapalo, Pueblo Nuevo, Ofelia María Meneses, indicó que en el mapa de la Superintendencia de la Propiedad, ese terreno aparece registrado como escuela, y no como sitio privado, y que toda la comunidad se opone a que sea utilizado por la familia que lo reclama, ya que se ha utilizado como predio público desde hace más de 5 décadas.
Por su parte, don Juan Agustín Andrade Meneses, de 85 años de edad, relata que dicho terreno hace muchos años fue pasando a diferentes dueños, hasta que la comunidad optó por recaudar dinero en conjunto para comprarlo y construir ahí una escuela, por lo que no considera justo que ahora lo reclamen otras personas. La versión de don Juan Agustín, es compartida también por don Vicente Andrade Espinoza, quien vive frente al terreno en conflicto.
"Ahí los que somos dueños somos nosotros la comunidad, ahí entran a jugar los niños, la juventud. Nosotros compramos la propiedad a Miguel Morales, en ese tiempo el señor la vendía en 500 córdobas, cuando valía el dinero, entonces se le hizo la colecta en toda la comunidad y ajustamos los 500 córdobas y se le compró para la escuelita. El catastro lo registró per efectivamente no nos ha venido el título", explicó don Juan Agustín Andrade.
Por su parte, Vicente Andrade dijo que "ya van dos veces que hemos peleado por ese asunto, anduvimos donde el juez, el juez les dijo que esa es una escuela pública, lo cual aquí en la comunidad todo mundo lo sabe. No queremos que otra persona que no le ha costado, venga a tomar el terreno por la fuerza".
