El migrante nicaragüense Abel Arauz Moreno, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado fin de semana en el Río Bravo, fronterizo entre México y Estados Unidos, era originario de la comunidad Los Nogales, Plan de Grama, municipio de Wiwilí, Jinotega.
Don Virgilio Arauz confirmó a Noticias ABC que se trata de su hijo Abel, quien tenía 39 años y salió de su comunidad el pasado 6 de enero hacia Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. El migrante jinotegano iba en compañía de dos primos hermanos y otros inmigrantes.
“Ellos intentaron cruzar la frontera el 5 de febrero. Los primos si pasaron, pero a Abel lo arrastró el río”, comentó don Virgilio.
Abel Arauz se dedicaba a labores agrícolas en su localidad donde dejó huérfanos a sus hijos de 8 y 10 años.
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Don Virgilio logró identificar fácilmente que se trataba de su hijo cuando la organización Texas Nicaraguan Community informó que el cadáver tenía chapa laminada de color dorado en la dentadura, un procedimiento que suelen realizarse algunas personas.
Ahora, en medio de la dolorosa pérdida, la humilde familia Arauz Moreno apela al apoyo económico de las personas que deseen colaborar para repatriar el cuerpo a su tierra natal, puesto que ellos no cuentan recursos económicos. Tampoco tienen una cuenta de ahorros para la recaudación de los fondos.
Si alguna persona desea brindar su aporte puede contactarse únicamente al número de teléfono de don Virgilio: 8137-7724.
