En Estelí, la llegada de diciembre despierta un torbellino de emociones entre sus habitantes: la alegría de los festejos navideños choca con la nostalgia por ausencias familiares y recuerdos, creando un espíritu agridulce que define esta época. Mientras algunos se llenan de optimismo otros se enfrentan a la melancolía.
La esteliana Rosa María Falcón, compartió que “en esta temporada hay muchos sentimientos encontrados, pues compartimos con la familia en nuestros pueblos y hogares, pero también se extraña a nuestros seres queridos que ya no están a nuestro lado”.
“Hay dos sentimientos encontrados, nos regocijamos con la familia que está en el país y nos reencontramos con los que vienen de fuera, pero también extrañamos a nuestros seres queridos que ya este año no van estar con nosotros, entonces la felicidad no es completa”, manifestó Rosa María.
Para Argén Miranda, diciembre es un mes muy alegre, lleno de muchas actividades, luces y disfrute de diferentes platillos. Se convierte en una época para estar más unidos en familia, pero comenta que a veces la tristeza llega cuando recuerda a familiares que se encuentran lejos del país.
“Me alegra la Navidad, es otro ambiente que emociona mucho, pero cuando tenemos familiares enfermos o lejos cambian las cosas. Lo que más disfruto es la comida, la música y las luces”, comentó Argén Miranda.
Por su parte, el peruano Royth Zamora, quien se encuentra de visita en la ciudad de Estelí, expresó que para él cada diciembre es diferente, debido a que le gusta viajar y conocer nuevos lugares; asegura que esto es emocionante, sin embargo, también siente nostalgia al no estar con su familia en esta temporada.
“Pare estas fiestas se extraña a la familia, especialmente a mis padres, pero también la paso bien cuando estoy viajando. En Perú lo que más nos gusta es reunirnos con la familia, comer panetón (un postre peruano de pan dulce), los regalos y el chocolate”, describió el turista.
