Con la cabeza baja permaneció durante la audiencia preliminar Rommel Jiménez Ponce, mientras escuchaba el relato del escalofriante crimen de la contra de la niña Jesbelin Espinoza Calero de doce años del que lo señalan como principal autor.
Luego que la juez de distrito penal de violencia doctora Malena Tinoco Castellón diera por finalizada la audiencia, el procesado quien aclaró que se segundo apellido no es Ponce sino Castellón, sostuvo en voz baja ante los medios de comunicación que él es inocente, y que permaneció en su casa cuidando a su esposa y a su hijo recién nacido.
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Por su parte doña Flor Adelina Espinoza Calero, madre de la víctima, quien estuvo presente en la audiencia demandó justicia por el crimen atroz del que fue víctima su hija, quien cursaba el cuarto grado de primaria en una escuela de esa localidad.
Por su parte el abogado acusador adherido al Ministerio Publico Edgar Arauz, dijo que la denuncia hecha por la defensa en relación a lo alegado por la defensora pública del supuesto sometimiento del procesado a una posible tortura no entorpece el proceso ya que esa situación debe ser aclarada por la instancia policial.
