Colaborador
Yessenia Centeno
La vivienda en la que por más de tres décadas vivió el taxista Oscar Betancourt Varela conocido cariñosamente como Churrasco, y que era la manzana de la discordia en un reñido divorcio le deberá ser devuelta a sus manos, así lo ordenó en su sentencia la juez de distrito especializada en familia en Estelí.
La sentencia la dictó este viernes la juez de familia doctora Rosa Edelmira Ruíz López a favor del taxista Oscar Betancourt Varela, al resolver a su favor la disolución del vínculo matrimonial y negar la repartición de bienes como lo demandaba su exesposa Marcia Isabel Fuentes Casco.
El abogado Edgar Arauz, defensa técnica de Oscar Varela Betancourt de 68 años, sostuvo que su cliente interpuso una demanda de divorcio y en represalia su expareja interpuso una denuncia en su contra por el delito de amenazas e intimidación contra la mujer, el cual se ventila en el juzgado de violencia.
?Se leyó la sentencia de Oscar Betancourt Varela conocido como churrasco en el juzgado de familia y la juez determinó que se disolvía el vínculo matrimonial por voluntad de una de las partes, él queda divorciado de la señora a la cual se había demandado y también en la sentencia determinó que no había partición de bienes porque no quedó debidamente justificado que hubieran bienes en común y cuando no existen entonces no hay ningún derecho para que una de las partes pueda exigir partición. Consideramos que es una sentencia apegada a derecho, nosotros hemos sostenido que por parte de esta señora había un interés manifiesto y eso quedó comprobado?, manifestó Arauz.
Cabe recordar, que tras ser admitida la acusación, el taxista permaneció detenido trece días en las celdas preventivas de Estelí los cuales bastaron para que adquiriera una bacteria que complicó su salud al punto que los médicos debieron amputar ambas piernas.
En su demanda la ex pareja sentimental de Churrasco Marcia Isabel Fuentes Casco, exigía la distribución de bienes, sin embargo no demostraron en dicho proceso la existencia de bienes comunes o en sociedad, habidos durante la vida conyugal que mantuvieron las partes procesales.
Asimismo, en la sentencia la juez de familia Rosa Edelmira Ruíz considera que no existe ningún otro derecho que tutelar porque entre las partes procesales no procrearon hijos.
