El cansancio por el largo tiempo de espera y la desesperación era notables en el rostro de los familiares de varias personas en su mayoría jóvenes que fueron detenidos durante el ataque ejecutado por la policía y civiles armados contra manifestantes opositores al gobierno que tenían un tranque en el municipio de La Trinidad - Estelí.
Según datos brindados por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENIDH ? Estelí, eran un total de 13 jóvenes los detenidos ilegalmente ya que pasaron las 48
Estelí, 06 de Julio de 2018 | El cansancio por el largo tiempo de espera y la desesperación era notables en el rostro de los familiares de varias personas en su mayoría jóvenes que fueron detenidos durante el ataque ejecutado por la policía y civiles armados contra manifestantes opositores al gobierno que tenían un tranque en el municipio de La Trinidad - Estelí.
Según datos brindados por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENIDH ? Estelí, eran un total de 13 jóvenes los detenidos ilegalmente ya que pasaron las 48 horas y su caso no fue pasado a las autoridades correspondientes, ni se les ha comprobado delito penal.
Muchos de los arrestados no tenían nada que ver en el asunto, ya que unos venían pasando por el lugar, otros estaban observado e incluso algunos saliendo de su trabajo cuando la policía y el grupo de civiles armados que operaban juntos, los arrestaron sin ninguna causa.
Entre los detenidos de forma arbitraria está el joven productor comerciante de hortalizas, Jorge Luis Martínez Rizo de 27 años, el cual a la ahora de ser arrestado llevaba en su camioneta unos fertilizantes hacia la finca y alrededor de 200 mil córdobas, denunció su padre Noel Martínez Zeledón.
"Él se está atrasando de sembrar esas tierras que están alquiladas, y esa plata la acaba de sacar del banco para el pago del alquiler de las 20 manzanas, el jefe me dijo es que es mucho dinero, y yo le dije que era más con el crédito de otras casas comerciales", relató el padre del detenido.
Manifestó que le pidieron calma y que se mantuviera callado mientras se lo entregaban.
Por su parte Marina Isabel González Rugama, sostuvo que su sobrino Marlon González, quien se desempeña como cobrador de un bus de transporte colectivo regresaba de su trabajo en una motocicleta, cuando la policía lo persiguió para arrestarlo.
"El venía en su moto pasando, lo persiguieron y se lo trajeron preso, dijeron que saldría a las 9 de la mañana, son las cinco de la tarde y dicen que no está el que firma", relató la tía de Marlon.
Además del CENIDH, las familias contaron con el acompañamiento de representantes de la Iglesia Católica, Comisión de Justicia y Paz, así como también por miembros del Movimiento Azul y Blanco.
