Estelí, 28 de Julio de 2018 | Autoconvocados de Estelí se dieron cita la tarde de este sábado frente al Colegio Nuestra Señora de El Rosario, donde asistió un grupo de personas, principalmente jóvenes, para iniciar una marcha hasta la Catedral de Estelí como una manifestación de apoyo a los obispos y sacerdotes de Nicaragua.
Casi a las 4 de la tarde dio inicio la marcha que esta vez no estuvo tan concurrida, por lo que algunos participantes manifestaron que muchas personas prefirieron quedarse en sus casas debido al temor que sienten por la presencia de civiles armados que han andando cerca de las marchas pacíficas en Estelí.
El domingo pasado, manifestantes denunciaron que un grupo de encapuchados armados impidieron que la marcha de los autoconvocados llegara hasta la Plaza Domingo Gadea, ya que se bajaron de dos camionetas en una de las equinas de la Catedral, cerca de donde pasaba la manifestación y aseguraron ver que los sujetos montaron armas de fuego en los vehículos.
Incluso los que siguen participando en las marchas expresaron sentir temor hasta de brindar sus nombres, pero consideran que la población debe seguir manifestándose en las calles hasta que haya un cambio de gobierno.
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Entre las asistentes de la marcha, había una joven doctora, quien manifestó su repudio por el despido arbitrario del personal médico del Hospital Escuela Oscar Danilo Rosales Argüello (HEODRA) que considera como una forma de "represión en contra de los habitantes de León a quienes dejaron sin los mejores médicos especialistas y sub especialistas".
La doctora dijo conocer a los médicos despedidos por haber estudiando en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) de León.
"Solo porque los médicos marcharon con el pueblo y atendieron a los heridos, los corrieron, es una brutalidad, expresó la doctora, quien por seguridad pidió omitir su nombre.
La marcha de los autoconvocados recorrió la calle central y llegó hasta la Catedral de Estelí, esta vez sin mayores problemas. No tuvieron obstáculos ni ataques y manifestaron su respaldo a la labor de los obispos y sacerdotes de la iglesia católica en su papel de mediadores y testigos.
Los participantes cantaron el Himno Nacional, lo que se ha convertido en una costumbre e hicieron oraciones, amenizando el recorrido con cantos católicos.