La esquizofrenia afecta a más de 21 millones de personas en todo el mundo, pero no es tan común como muchos otros trastornos mentales. Es más frecuente en hombres que en mujeres.
La esquizofrenia se caracteriza por una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta.
También se puede presentar conducta desorganizada que puede manifestarse como vagabundeo, murmuraciones y risas para sí mismo, abandono del aseo personal o aspecto desaliñado, al igual que un discurso desorganizado, incoherente o no pertinente, además, alteraciones de las emociones.
Según un artículo de opinión firmado por el médico Lenin Fisher, en Nicaragua, en el 2013 la esquizofrenia representaba el 22 por ciento de las consultas médicas por enfermedades mentales.
"La Salud Mental no es solo la ausencia de trastornos mentales. Se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad", afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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Muchos pacientes son discriminados y temidos por su condición, son tachados de locos y peligrosos, en lugar de recibir apoyo, son rechazados y dejados en abandono, sufriendo de aislamiento y exclusión social. Además, se enfrentan al problema del elevado costo del medicamento que deben tomar, habiendo pastillas de dosis diarias con precios entre 40 y 70 córdobas según el laboratorio.
Si la esquizofrenia no se trata adecuadamente puede empeorar rápidamente y necesitar hospitalizaciones frecuentes. Los antipsicóticos son los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de la esquizofrenia, sin embargo, el 70 por ciento de los enfermos los abandonan y sufren recaídas.
Según el Ministerio de Salud, las enfermedades mentales están en el octavo puesto entre las enfermedades crónicas que más afectan a los nicaragüenses, con una tasa de ocho casos por cada 10,000 habitantes, pero a nivel de municipio la situación varía, indica un artículo publicado por El Nuevo Diario en el año 2016. En Estelí, las enfermedades mentales están en el séptimo lugar, afectando a unas 465 personas.
