Cinco manifestantes estelianos salieron de La Modelo ayer con rumbo a sus casas. A pesar de haber estado presos varios meses, uno de los jóvenes asegura que "todo ha sido un circo" y seguirá pidiendo justicia y democracia.
En horas de la mañana del miércoles fueron llevados hasta sus casas los cinco jóvenes que fueron detenidos por la policía cuando intentaban marchar en el barrio El Rosario para pedir la libertad de los presos políticos, el pasado 29 de septiembre.
Roguan Scott Ruíz Centeno, David Ortez, Tobías Rafael Gadea y los hermanos Kevin y Kitzel Pérez Valdivia regresaron a Estelí para tener casa por cárcel, cómo parte del cambio de medida cautelar que fue dado ayer.
Los cinco jóvenes son parte de los cien manifestantes que el Gobierno de Nicaragua liberó condicionadamente este miércoles, previo al inicio del diálogo que mantiene con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
Kevin Pérez Valdivia logró cargar a su pequeña niña, debido a que la bebé nació cuando él ya estaba en prisión. El joven dijo que al momento de la captura en Estelí fueron fuertemente golpeados y en las celdas de Managua también fueron agredidos cuando cantaban el himno nacional. Sin embargo, a pesar de haber pasado 5 meses en la cárcel La Modelo, Kevin Pérez asegura que su forma de pensar no cambia, "simplemente seguimos pidiendo igualdad, justicia y democracia", expresó Pérez, a quien puede escuchar enseguida:
Los cinco jóvenes que intentaron marchar en el barrio El Rosario de la ciudad de Estelí, el pasado 29 de septiembre, fueron condenados a una pena que va de 3 años y medio a cuatro años de prisión por los delitos de obstrucción de funciones y exposición de personas al peligro.
La Juez Cuarto Local Penal de Managua, Alía Dominga Ampié Guzmán, fue quien emitió la sentencia, en la que Roguan Ruíz y Tobías Gadea fueron condenados a tres años y medio de prisión, mientras que los hermanos Kevin y Kitzel Pérez Valdivia y David Ortez fueron condenados a 4 años de cárcel.
La acusación afirma que los jóvenes atacaron con piedras y morteros a 6 policías que fueron los testigos de este proceso por el que fueron condenados, aunque ante la juez cada uno de los jóvenes manifestó que los golpeados fueron ellos.
