Entre lágrimas, los amigos y familiares dieron el último adiós en el cementerio del municipio de Santa María en Nueva Segovia, a Marta Alicia González Duarte, de 47 años, quien falleció a causa de una enfermedad en España.

Marta Alicia habitaba en el barrio Carlos Alberto Granados de Santa María y había salido de Nicaragua con destino a España el pasado 23 de diciembre con el fin de ayudar a su familia.

La nicaragüense cuidaba a una anciana en el país europeo y a pocos meses de haber llegado su salud se deterioró, siendo hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos en Donostia, San Sebastián de España, donde el pasado 11 de marzo se rindió a la muerte.

La familia realizó algunas gestiones para la repatriación de Marta Alicia González Duarte, y distribuyeron alcancías en España y Nicaragua para juntar parte del dinero que se necesitaba para el traslado de su cuerpo.

En su primer momento les informaron que la repatriación tenía un costo de 6,500 euros, pero con gestiones del Consulado de Nicaragua en España se logró que el monto fuera menor.

Marta Alicia fue despedida en su tierra natal por su familiares, quienes vistieron camisas con una fotografía de ella. Foto: Cortesía

Este viernes, cerca de la una de la tarde en una aerolínea de carga, llegó hasta el aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en Managua, el féretro de la segoviana, siendo posteriormente trasladado en un carro fúnebre hasta el municipio de Santa María en Nueva Segovia.

Tras ser velada por una noche, la segoviana fue sepultada el sábado en horas de la tarde y en su funeral los familiares vestían camisetas con el rostro de Marta Alicia González Duarte, quien era muy conocida en ese municipio norteño.

Familiares agradecen apoyo

Ena Edith Duarte Lira agradeció a toda la población segoviana y de fuera del país por el aporte que brindaron para que su madre fuera sepultada en su tierra natal.

"Todos tenemos un agradecimiento grande, la situación era muy difícil, solo con el hecho de saber que mi madre había muerto. Desde que ella se gravó para nosotros fue difícil por estar tan lejos y no poder estar con ella. Cuando nos dijeron de la cantidad lo mirábamos aún más difícil pero con la ayuda de Dios y de toda la gente en España, en Santa María, en Ocotal, en Somoto, yo creo que fue Dios quien tocó sus corazones. Yo les agradezco de todo corazón, gracias a ellos pudimos traer a mamá", expresó Ena Edith.

En tanto, Dinia Damaris González Duarte manifestó que con la partida de su hermana se siente un profundo dolor en la familia. "Ella era una persona muy especial, tenía un corazón muy grande, era muy buena, se ganaba a la gente con su forma de ser porque ella era amable. Deja un vacío enorme porque de nueve hermanos, ella es la primera que parte a la presencia de Dios", indicó Dinia Damaris.