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Un vacío imposible de llenar dejaron jóvenes fallecidos el 30 de mayo

Inevitable fue contener las lágrimas al recordar a sus hijos fallecidos el 30 de mayo del año pasado. Los padres de Dodanim Castilblanco y Cruz Alberto Obregón aseguran que su partida ha dejado un vacío imposible de llenar.


Periodista Roberto Mora Cárcamo
31-Mayo-2019
Estelí-Nicaragua
Ayer, día de las madres nicaragüenses, familiares y principalmente las madres de jóvenes fallecidos producto de disparos con arma de fuego, recordaron una vez más a sus seres queridos y siguen llorando su partida, mientras manifiestan su inquebrantable anhelo de obtener justicia.

En horas de la tarde del 30 de mayo del 2018, después de la marcha de Estelí, civiles armados se enfrentaron contra jóvenes y participantes de la marcha de los autoconvocados dejando un saldo fatal de cuatro fallecidos.

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Cruz Alberto Obregón asesinado el 30 de mayo de 2018. Foto: Cortesía

El joven Dodanim Jared Castilblanco Blandón de 26 años, Cruz Alberto Obregón de 24 años de edad, Mauricio López, de quien sus familiares evitaron dar declaraciones, y Darwin Alexander Salcedo Vílchez de 19 años, trabajador de un taller de mecánica, fueron alcanzados por los disparos.

Misas en su memoria

En horas de la mañana de ayer se realizó una misa en honor al joven ingeniero Cruz Alberto Obregón en la parroquia Santa Ana de la comunidad El Regadío, donde habita una gran parte de su familia. Su mamá Sara López se aferra únicamente al consuelo de Dios y a muchas personas que reconocen la integridad de su hijo.

A las 6 de la tarde se ofrecieron intenciones por el alma de Mauricio López, otra de las víctimas del 30 de mayo de 2018 en Estelí. Las intenciones fueron leídas en la misa de la iglesia La Cruz del Calvario, igual que se ofreció la misa por el alma del joven Dodanim Castilblanco en la iglesia San Juan Bosco.

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"Mi niño tenía un corazón tan grande", expresó Aura Brígida Blandón Ortiz, quien no duda en hablar de Dodanim Castilblanco mientras sostiene su foto y resalta las virtudes del joven, quien era inteligente, emprendedor y deportista.

Castilblanco cursaba el tercer año de la carrera de ingeniería agroindustrial en la UNI Norte Estelí y representó a esta ciudad en campeonatos de Taekwondo a nivel centroamericano, logrando varias medallas.

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La hija menor de Dodanim tenía 10 meses cuando él fue asesinado. Foto: Cortesía

Su papá, don Amado Castilblanco, dijo que le arrebataron la vida a un joven que podía dar mucho a su patria y sobre todo a su familia, ya que dejó en la orfandad a dos pequeños.

"Esto es algo que yo nunca me imaginé, cuanta falta, cuánto vacío ha dejado en mi casa, conmigo, sus hijos, su madre, sus hermanas. Sus amistades que lo admiraban tanto por la creatividad que él tenía, era una persona altruista", manifestó don Amado Castilblanco.

"Le gustaba estudiar, él quería estudiar muchas cosas. Dejó dos hijos, una de niña de 10 meses y un niño de 6 años, era un buen padre, desde hacerles su comida, llevar al colegio al niño, era un padre muy obligado. Buen hijo, amigo, esposo, hermano. Habérmele quitado la vida y ver a esos niños tan pequeñitos sin su padre, es doblemente doloroso", expresó por su parte doña Aura Brígida Blandón.

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