Para producir hortalizas no se requiere de grandes espacios de tierra, mucho menos de agroquímicos costosos, es suficiente la voluntad y deseo de generar ingresos y ser amigo de la tierra.
Andy Danilo Talavera Calero es un adolescente de 16 años que busca la conservación del planeta y la nutrición a través del reciclaje, uso de biofetilizantes y la producción de hortalizas, aprovechando pequeños espacios.
Él es habitante de la comunidad San José de Pire en el municipio de Condega, departamento de Estelí, y desde hace unos meses ha comenzado a producir tomates, chiltomas y cebolla, en botellas plásticas que cuelga sobre los árboles de limón, guayaba y jocote que están en el mismo patio de su casa.
En botellas recicladas Andy ha sembrado cebolla, tomate y chiltomas. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Este adolescente ha comenzado a producir hortalizas y verduras, siguiendo principios orgánicos y ecológicos, ya que no utiliza agroquímicos, sino que aprovecha hojas secas, ceniza del fogón y estiércol de ganado para producir el compost, una especie de tierra fina que ayuda al desarrollo de las plantas, principalmente en zona áridas.
Andy a su corta edad, pero con experiencia en la producción agrícola, desde niño se muestra preocupado por el futuro de la seguridad alimentaria y la conservación ambiental, expresa que muchas familias pueden multiplicar su experiencia con los huertos aéreos. "Empecé con el huerto aéreo porque en en el suelo las gallinas se los comen, quiero probar con mi proyecto que no solamente con químicos podemos tener buenos productos", expresa.
Este adolecente sueña en grande, estudia quinto año de educación secundaria en el Instituto Nacional de Santa Teresa, Condega, y su anhelo es convertirse en un ingeniero agrónomo.
