Entre lágrimas y dolor, doña Paula Peralta carga entre su cuello y pecho, un tumor de aproximadamente cuatro centímetros de ancho y 6 de largo, pero con un peso de dos libras, que le afecta la respiración e impide dormir y desarrollar algunas actividades de la casa.
Doña Paula Peralta tiene 50 años de edad y es madre de tres hijos, un niño de 12 años y dos adolescentes de 15 y 17 años de edad, quienes abandonaron sus estudios para emigrar de la comunidad El Zúngano al barrio 19 de Julio del municipio de Quilalí, en Nueva Segovia, para buscar una oportunidad de atención médica.
Sin embargo, en ese poblado solo existe un centro de salud de donde la han referido a diferentes hospitales del país, pero no tiene un diagnóstico exacto.
El anhelo de esta madre campesina es conseguir un médico amigo que brinde esa posibilidad de valoración y cirugía, ya que teme complicarse más y morir por la falta de dinero para pagar un especialista.
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Doña Paula Peralta, por ahora sobrevive de lo poco que ganan sus tres hijos con su trabajo, lo que es insuficiente para pagar un médico privado, mucho menos una cirugía.
"Me comenzó como un ardor, como cuando a uno le da gripe y tos, una picazón en la garganta, yo pensé que era una infección y busqué tratamiento para eso, pero después me fue apareciendo esta cosa. Pensé que con pastillas se me iba a deshacer pero no, ahora se me ha hecho como un tumor, duro", relata doña Paula.
"Anduve en Ocotal, Somoto y Estelí, solo me han dejado en reposo y me han dado una pastilla para la presión. Yo necesito que un doctor me ayude porque yo no tengo recursos como para ir a un hospital privado", manifestó esta preocupada madre. Si usted está interesado en ayudar puede contactarse al teléfono: 8643-5326.
Colaboración: Famnuel Úbeda
