Un carretón y cuatro termos se han convertido en la pequeña empresa y trabajo de Máximo Arauz, un hombre de 42 años de edad que recorre todas las tardes y todos los días, la avenida central de la ciudad de Estelí y la carretera panamericana, para ofrecer leche, café y pan entre los trabajadores de fábricas, tiendas y gasolineras.
La ruta de don Máximo inicia a la una de la tarde, justo cuando el sol ocupa el centro del cielo y la temperatura es más caliente, pero eso no importa, sino los clientes y la necesidad de hacer dinero para llevar el sustento a su familia.
Un café y una sonrisa garantizada es parte de lo que ofrece este maestro. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Don Máximo lleva cuatro años de cafetero y siempre está atento a cada silbido y llamado de sus clientes para llevarles un café, leche o pan y en señal de agradecimiento siempre da una sonrisa por la compra.
Este hombre ha aprendido a valorar cada centavo que llega a su bolsa, ya que su vida ha sido de retos y desafíos, desde bien pequeño trabajó como obrero del tabaco y construcción, por las noches estudió su primaria y secundaria, pero no satisfecho con eso, estudió magisterio.
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Al no poder ejercer su profesión por la falta de oportunidades, casarse, tener dos hijas por mantener y no encontrar plazas como maestro, decidió hacer un préstamo para vender utensilios de cocina, pero al no tener suficientes ingresos, decidió emprender el negocio de cafetero, donde la inversión es mínima y las ganancias son inmediatas.
"De acuerdo a las exigencias que nos presenta la situación, entonces nosotros empezamos a intentar con otro negocio. Cargo cuatro termos de café, leche y pan, voy por negocios y tiendas y así obtengo otros ingresos para mis dos niñas", comentó don Máximo a Noticias ABC.
Diferentes partes de la ciudad recorre este maestro que no pierde la esperanza de conseguir un trabajo en su área. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
"He aplicado como maestro, tengo papeles metidos pero hasta el momento no he conseguido trabajo. Terminé mi formación docente y espero ejercer mi profesión en un futuro", manifestó este profesor amante a las matemáticas. Mientras tanto, puede encontrárselo en las calles para degustar de un sabroso y caliente café.
