El pasado 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de Lucha contra la Explotación Sexual, y en ocasión a esta fecha organizaciones como Proyecto Miriam, instancia que trabaja el tema de niñez y adolescencia, decidieron unirse a la campaña mundial a través de visitas en los barrios y hablar sobre el tema a las familias.
Karina Salinas, miembro del equipo facilitador de este proceso, dijo que uno de los barrios de mayor incidencia para trabajar el tema es el Rosario Murillo, ya que es donde la pobreza, migración y extensas jornadas de trabajo de algunos padres de familia hacen predisponer a la niñez a ser víctimas a través del engaño.
"Tenemos un proceso en dos territorios de Estelí que ha sido bien recibido en cuanto al tema de las reflexiones, ellos (los pobladores) están compartiendo y conociendo un poco más sobre este delito para prevenirlo desde sus familias. Ellos ya conocen algunas acciones que los explotadores están haciendo, como visitas en las escuelas, analizan a sus posibles víctimas para saber sus necesidades y sacar provecho de ellas", explicó Karina Salinas.
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Los explotadores sexuales son redes de hombres y mujeres que se hacen pasar como personas generosas y solidarias, esto para generar confianza, pero solo es una oportunidad de ganar tiempo y captar a su presa, manifestó Karina Salinas.
Finalmente agregó que "la explotación sexual se puede dar de diferentes maneras y lo más común es que hombres ofrezcan pagar a los proxenetas a cambio de conseguir una niña, adolescente o joven para tener relaciones sexuales y en otros casos para producir material fotográfico, que posteriormente es colgado en las redes de internet".
