Periodista
Roberto Mora Cárcamo
A las 10 de la mañana de cada domingo se reúnen creyentes evangélicos para alabar y orar a Dios, exponiéndole sus necesidades en la iglesia Apostólica de Jesucristo Pentecostal en el corazón de la ciudad de San José, Costa Rica. Entre los creyentes hay nicaragüenses que decidieron irse al país del sur para buscar mejores oportunidades laborales.
Salvador Antonio Flores, de 31 años, es de los que doblan sus rodillas y piden el favor de Dios para que les vaya bien. Salvador ruega para poder enviarle el dinero que necesita su familia, a la que dejó hace tres meses en la ciudad de Estelí.
"En nuestro país la situación se ha vuelto un poco difícil, los trabajos han disminuido, me vine también por sacar a la familia adelante. Yo estuve desempleado, por la crisis que se vivió, durante unos ocho meses", cuenta Salvador.
El esteliano trabaja junto a su padre en la capital de Costa Rica en labores de albañilería, lo que le permite enviar dinero a su esposa que está en Estelí con el fin de satisfacer sus necesidades y ahorrar para la compra de un terreno, según el plan familiar que tienen.
En Costa Rica ya había medio millón de nicaragüenses antes de abril de 2018 y después de la crisis, unos 80 mil ciudadanos nicaragüenses salieron en busca de refugio en esa nación, que hasta el momento mantiene sus puertas abiertas. Gran parte de nicaragüenses como Salvador andan en busca del trabajo que no encuentran en su país.
La bandera de Nicaragua junto a otras tres naciones incluidas Israel y Costa Rica, ondean en el lugar donde está el púlpito, donde predica el pastor Guillermo Cano, quien confirmó que alrededor del 22 por ciento de sus feligreses son nicaragüenses.
"Por circunstancias ajenas a ellos, algunos han tenido que salir de su país, han venido aquí, tenemos más o menos el 22 por ciento de la congregación es de la familia nicaragüense, son personas muy hacendosas, especiales, les gusta socializar, eso es muy importante", comenta el pastor.
Los nicaragüenses vienen aquí, trabajan en la iglesia, luchan por sus vidas, la economía está mal no solo a nivel regional, sino a nivel mundial, entonces, pues ellos ya que trabajan aquí y de pronto tienen un mejor bienestar económico, entonces ellos luchan para que la familia que está en Nicaragua mejore", añade el líder de la congregación evangélica.
