Por diferentes factores climáticos el café del ciclo recién finalizado no logró el rendimiento esperado y aunque hubo abundante grano de oro el peso fue menor. Es decir, que si antes un quintal oro en bruto se lograba con 20 latas promedio, ahora se necesitaban entre 30 y 32 latas. Así lo explicó Róger Montalván, representante del Consejo Nacional del Café en La Segovia.
Tal y como han referido cafetaleros en ocasiones anteriores, para el ciclo 2019 -2020 se presentó el fenómeno de que muchos granos no cuajaron y aunque se miraba una pulpa bien formada, por dentro se encontraba solo la mitad de la semilla.
Otro factor en el bajo rendimiento fue el poco apoyo de la banca privada y de los acopiadores de café, mencionó Róger Montalván. "Esa disminución prácticamente se debió a efectos de sequía y hubo poca atención de la banca privada y de las empresas que acopian el café, como CISA Exportadora y Atlantic que son las grandes empresas en nuestro país, que no hubo mayor financiamiento para los productores", indicó Montalván.
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"Ya la lluvia del ciclo se produjo cuando el café ya estaba en cosecha, otro fenómeno, provocó: caída del grano, fermentación y grano rajado, bajó un poco la calidad", agregó Montalván. Por otro lado, los precios internacionales tuvieron una ligera alza "pero no fue mucho tiempo, la gente que no tiene amarrado contrato no se pudo apertrechar ahí sino que lógicamente le vender a cualquier postor".
"Con poco rendimiento y bajo precio, la gente salió como dicen ‘coyol quebrado, coyol comido’ ", lamentó el representante del Consejo Nacional del Café en La Segovia
Por su parte, el productor de café en Dipilto, Nueva Segovia, Juan Ramón Díaz Suárez está preocupado por la pandemia del coronavirus y el cierre de fronteras en los principales mercados como es España y Estados Unidos.
Díaz no ha podido entregar su producto por la incertidumbre que tienen las exportadoras. "Por ejemplo, se mueve mucho café para Estados Unidos y para España, y son de los países más golpeados con la pandemia, el problema no está en las fronteras que están cerradas porque el tráfico internacional de productos está, pero en el destino final sí hay problemas", relató Díaz, quien comentó que el café que va para Nueva York, por ejemplo, no entra y las "exportadoras tienen ese pegoncito".
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"Las que tienen el atraso ahorita son las exportadoras y algunos (productores) como en mi caso que le entrego mucho café especial a una exportadora que ahorita no me lo ha recibido por eso, porque no tienen la seguridad de que el cliente se los va a recibir, inclusive no hay dinero (financiamiento) sobre ese café que ya existe", puntualizó Díaz.
