Muchos de los vendedores no dudan en manifestar el temor que enfrentan al exponerse frente a mucha gente que circula por las calles o los clientes mismos que llegan a demandar sus productos.
Melvin Paz se mantiene en las cercanías del Palí El Rosario de la ciudad de Estelí, desde las 7 de la mañana a las 7 de la noche, hasta ahora no ha hecho ningún cambio en su horario, pero sí ha extremado las medidas de prevención ante el Covid-19.
Algunos afirman que usan las mascarillas pero además se lavan constantemente las manos con agua y jabón, manifestó Melvin Paz, quien trabaja junto a otra persona para llevar el pan de cada día gracias a la venta de todo tipo de verduras.
"Hacemos lo que está recomendando el Minsa (Ministerio de Salud), nos lavamos las manos con agua y jabón, regamos las verduras para que se mantengan en perfectas condiciones", comentó Paz, quien admite que el temor es latente pero deben seguir adelante.
Las ventas no están buenas, pero les han permitido obtener los recursos para satisfacer sus necesidades, según comentó Dixon Duban Velásquez Moreno, quien vende accesorios para celulares, lámparas, fajas y otros objetos.
Además de la mascarilla, Dixon usa el alcohol gel y también entra a la Clínica Médica Previsional para lavarse constantemente las manos y pedirle a Dios por su seguridad, ya que no hay otra alternativa para generar ingresos. "Lo más importante es pedirle a Dios, es bastante el temor porque por aquí pasa bastante gente, el temor es contagiar a la familia", expresó Dixon.
Estas mismas medidas se han venido tomando desde que se anunciaron los primeros casos de coronavirus en el país. Indistintamente de las actividades que cada persona o comerciante realiza a diario, la necesidad de mantenerse a salvo y sobrevivir económicamente ha empujado a cambiar los estilos de vida.
