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El dolor de no poder decir adiós

Entierros inmediatos, sin honras fúnebres, sin una despedida digna. Una de las secuelas más duras a las que se enfrentan las familias que pierden a uno de sus miembros por el coronavirus es no poder darles el último adiós.

Vestidos con trajes especiales para prevenir el contagio se encargan de realizar los entierros inmediatos. Foto: Cortesía/LA PRENSA
Vestidos con trajes especiales para prevenir el contagio se encargan de realizar los entierros inmediatos. Foto: Cortesía/LA PRENSA

Periodista Martha Celia Hernández
18-Junio-2020
Estelí-Nicaragua

En el municipio de Chinandega unas personas se opusieron a que su familiar recién fallecida fuera enterrada de forma inmediata, afirmando que murió de una enfermedad no contagiosa. "Resultó que tenía una fuerte infección, resulta que el día que ella falleció, personal de los que caminan haciendo los entierros exprés vinieron aquí a la casa que se querían llevar el cadáver, pero como mi esposa habló con una prima de ella que hablara con el director del MINSA, no se la llevaron", relató el chinandegano a un medio local.

En Nicaragua, tal y como ocurre en la mayoría de países del mundo, las personas que mueren por coronavirus no tienen honras fúnebres, se ordena el entierro inmediato para evitar aglomeraciones y propagación del virus.

El joven Luis Siero Alfaro, valiéndose de la tecnología y de las redes sociales, transmitió por Facebook un video del funeral exprés de su padre, el capitán Luis Cristóbal Siero Huembes, piloto de la aerolínea nicaragüense La Costeña. Similar han hecho otras personas que han perdido a sus familiares a causa del Covid-19, entre ellos la doctora Magda Alonso, quien el pasado 14 de junio hizo una transmisión en vivo que superó las 11 mil personas conectadas mientras despedían a su padre, el doctor Adán Alonso de León.

"Aquí vamos, señores, señoras, amigos, compañeros, quiero que sepan que aquí voy solo detrás de mi papá, aquí lo llevo. El que se una a esta sintonía simplemente quiero que sepan que voy solo, (mi padre) lamentablemente perdió la vida a causa del Covid-19. Esta es la única forma que yo tengo para que puedan acompañar al capitán Cristobal Siero hacia su última morada, no me dejaron velarlo en la casa por motivos de virus, pero me acompañan de esta única forma", relató Luis Siero Alfaro en la transmisión que realizó en Facebook.

Se ordena el entierro inmediato para evitar aglomeraciones y propagación del virus. Imagen de referencia


El poder del adiós

Y es que para la psicóloga nicaragüense Alba Roni, las honras fúnebres y el poder despedirse de los seres queridos permiten un mayor ajuste a las diferentes etapas del duelo. "Tener ese chance de podernos despedir, de poderlo ver y mentalmente ajustarnos a la realidad de que esa persona falleció y de que nos tenemos que despedir, nos permite cerrar un ciclo, un momento de duelo para poder comenzar una nueva etapa del reajuste de nuestras vidas sin esa persona", explica Roni.

"Pero cuando nosotros no tenemos eso se nos puede volver lo que es un duelo patológico. ¿Qué es un duelo patológico? Cuando nosotros nos quedamos en una de las etapas la persona queda en negación total pensando en que en algún momento va a ver a esa persona regresar o puedo quedar en la etapa del enojo o puede quedar en el llanto, personas con depresiones de por vida, entonces es importante el poder irnos comunicando, el poder saber, el poder indagar cómo nosotros podemos despedirnos de él mentalmente, cuando estamos en una situación como la que estamos viviendo por el coronavirus", detalla la psicóloga.

Por su parte, la licenciada en psicología Sharon Vanessa Robinson Ubau, de la ciudad de Estelí, orientó sobre algunas actividades que se pueden hacer cuando no se tiene la oportunidad de darle el último adiós al ser querido.

"Hablar sobre el tema, tal vez con otras personas que hayan tenido la misma experiencia, nos ayuda a entender y cómo vivir ese duelo, dejarnos apoyar y abrazar por los seres que están alrededor, crear una memoria de la persona fallecida que significa un tributo, un honor hacia esa persona", recomienda Robinson.

En Nicaragua se registran 64 muertes por coronavirus. Imagen de referencia

La comunicación es clave

La especialista Alba Roni expresó que desde antes que fallezca la persona, se vive un preduelo, esto en el caso de aquellas que se enferman, por eso es importante la comunicación con el enfermo, pero en el caso del coronavirus es más difícil, por el aislamiento. 

Pensando en esa situación, Lorenzo Musotto, consejero y analista de la municipalidad de Milán, Italia, que se ubica entre los países más afectados por el coronavirus, impulsó la campaña "El derecho a decir adiós", para que pacientes adultos mayores en estado muy grave pudieran despedirse de sus familiares a través de videollamadas. A ellos se les donaron tabletas para saludar a sus seres queridos por última vez y no morir en "soledad".

"En este contexto, por ejemplo, donde el coronavirus a las personas que entran al hospital y las familias esténn en contacto con ellos, o sea están viéndolos, todos los días están en una videollamada, están con la persona, se dan cuenta de ese proceso que están viviendo, de cómo va, de que si tiene expectativas de mejorar o de ir empeorando, entonces la persona va a acompañándole en ese proceso por toda la información que va teniendo, la mente funciona que las palabras que yo recibo me generan imágenes", manifiesta Alba Roni.

Durante esta pandemia es muy importante el respeto a la intimidad y al sentimiento de la familia doliente. Pensar que todos estamos expuestos a contraer la enfermedad y ponernos en el lugar de los afectados. En vez de criticar y juzgar, estamos invitados a ofrecer nuestra ayuda en estos tiempos difíciles, cuando oficialmente, según el Ministerio de Salud (Minsa), en Nicaragua se registran 64 muertes y cerca de 2000 contagiados por Covid-19.

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