David Hernández Ríos pasó muchos años de su vida fumando y aunque varias veces trató de alejarse del vicio, la única manera que él considera que lo obligó fue contagiarse de Covid-19.
Hernández es originario de Somoto, Madriz, pero actualmente vive en la capital Managua. Su esposa es trabajadora del Ministerio de Salud y ella fue quien primeramente se contagió de coronavirus.
"Un sábado en la tarde sentí una debilidad en mi cuerpo, bastante sueño, después calentura en la noche, volví a repetir al día siguiente. Me tocó ir a trabajar el día lunes, cuando comienzo a laborar siento dolor en mi cuerpo, más que nada en las rodillas y extremidades", relató David sobre el inicio de la enfermedad.
"Primero le dio a mi esposa, ella trabaja para el Ministerio de Salud, ella no sabía bien que era, solo con dolor de cabeza y calentura, hasta que fuimos al centro de salud, allá se verificó, la mandaron a la casa a cuarentena, no le dijeron que era, solo que la iban a llamar y le dieron su medicamento", comentó Hernández, quien agregó que "ella se recuperó y fui yo el que cayó".
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Esta pareja agradece a Dios por permitirles superar la enfermedad y porque sus dos hijas no se contagiaron. Hernández siente que esta experiencia le ha enseñado a valorar más la vida y que el gran logro entre medio de tanta incertidumbre, fue dejar el cigarrillo.
"Yo me tomé el medicamento que le sobró a mi señora, yo no fui al centro de salud. Gracias a Dios, este es un testimonio porque mis hijas conviviendo con nosotros ellas no se contagiaron, Dios nos cuidó, a mi familia, a mí", expresó el somoteño, que permanece en cuarentena en su casa.
"A la vez fueron dos cosas: superé la enfermedad y dejé de fumar. Yo era un fumador y gracias a Dios dejé de fumar, tanto que le pedía a Dios dejar el vicio y ahora sé que todo pasa por algo", compartió Hernández.