Dos presuntos sicarios que habrían sido contratados supuestamente por otro sujeto, de identidad desconocida, acabaron con la vida del joven Mauricio Castro Vega, de 19 años de edad, tras llegar con armas cortas a su vivienda y propinarles varios disparos.
Según datos preliminares, los supuestos asesinos, cuyos nombres responden a Wilmer Peralta Marín, de 29 años, y Florencio Zeledón Sobalvarro, de 36 años, al parecer a cambio de cometer el crimen recibieron como pago la cantidad de 90 mil córdobas.
El asesinato por encargo tuvo lugar en la comunidad El Tabaco, ubicada a unos 10 kilómetros al sur del municipio de El Cuá, departamento de Jinotega. Castro Vega fue ultimado en presencia de su compañera de vida, quien narró lo ocurrido ante la policía.
En el momento en que los criminales llegaron, la víctima estaba en el corredor de su casa de habitación, donde recibió el primer disparo y aunque trató de correr por su vida hacia un cafetal, fue alcanzado y rematado a balazos.
Los implicados en el sangriento hecho posteriormente huyeron y por ahora no se sabe si ya han sido capturados por los agentes policiales o continúan prófugos de la justicia. Se desconocen los motivos del por qué el autor intelectual habría mandado a matar al infortunado joven.
En el mismo departamento de Jinotega, pero en el municipio de San José de Bocay, también el policía voluntario Santos Mauricio Lanzas, de 48 años, fue privado de la vida por unos sujetos desconocidos que le dispararon desde un vehículo en marcha.
El agente policial voluntario, quien murió al instante, se encontraba en un retén ubicado en la parte oeste de la entrada al casco urbano de dicha localidad, cuando los antisociales, que huyeron con dirección hacia la comunidad El Cedro, pasaron realizando las detonaciones
