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Comerciantes buscan resistir a la crisis económica y a la pandemia

La necesidad, las deudas y llevar el pan de cada día a sus hogares hacen que los comerciantes salgan a la calle pese al Covid-19. Algunos estuvieron meses resguardados en casa pero admiten que ya no pueden más, pues sus recursos se han agotado.

"Sin trabajar, uno no puede comprar todo lo que necesita", lamenta doña Nora Irías. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
"Sin trabajar, uno no puede comprar todo lo que necesita", lamenta doña Nora Irías. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
28-Julio-2020
Estelí-Nicaragua

Con el rostro sudado, una mascarilla y su careta, pero con su fe puesta en Dios, doña Marina Rivas, comerciante de la ciudad de Estelí, ha tenido que decidir entre subsistir o enfrentarse al nuevo coronavirus. "Ya iba por cuatro meses, no podía estar más en la casa, uno tiene que venir", manifiesta doña Marina.

Ella vende ropa y zapatos en una calle cercana al Mercado Alfredo Lazo y permaneció resguardada en casa por temor a enfermarse, pero casi cuatro meses después ha decidido reabrir su negocio, puesto que existen compromisos económicos, la pandemia parece no dar tregua y la única solución, según ella, es adaptarse a este nuevo estilo de vida. 

"La gente se está cuidando, si no andan alcohol le piden a uno, uno les da alcohol sino jabón y agua de la misma que tiene uno, desde enero no he pagado a la alcaldía, es una necesidad, es urgente trabajar, hasta enfermo tiene que trabajar uno, ¿para dónde coge?", explica doña Marina.

Doña Marina Rivas no pude permanecer más tiempo en casa y decidió retomar su negocio. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

En tanto, Nora Irías, desde muy joven se ha dedicado a la elaboración y comercialización de vaho en las ferias, fiestas patronales y en el sector del Parque Central de Estelí, pero desde marzo su vida económica ha cambiado, puesto que cada vez es menos la gente que decide comprar y comer en la calle.

"No estoy vendiendo porque esta pandemia me ha afectado bastante porque la gente no compra comida en la calle, entonces si uno invierte pierde", confiesa doña Nora.  

Los primeros meses fueron de pérdidas y no tenía otra opción que regresar a casa con las bolsas de su delantal vacías, condición que la motivó a desistir del negocio y quedarse en casa vendiendo sopa una vez a la semana, pero lo ingresos no son iguales. 

"Sin trabajar, uno no puede comprar todo lo que necesita, estoy con depresión por falta de recursos, con esta pandemia uno tiene muchas limitaciones, si antes nos comíamos un pedacito de carne ahora lo tuvimos que eliminar porque ya no ajustamos, los frijoles por las nubes", lamenta doña Nora.

Para ella esta pandemia dejará muchos negocios quebrados, por ello ha decidido regresar a la calle, ya que tiene una familia por mantener y compromisos económicos. "Como ya se están agotando los recursos que teníamos, tenemos que volver al trabajo", asegura la comerciante de comidas.

La situación económica ha sido igual para José Antonio Vásquez, un hombre que lleva más de diez años vendiendo frutas en el sector del mercado Alfredo Lazo, pero que lleva más de tres meses de estar generando solo pérdidas, según él por la competencia desleal que vienen a realizar algunos comerciantes de Masaya.

La competencia y compromisos financieros motivan a José Antonio Vásquez a continuar con su negocio. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

"Las ventas no son como antes, ahora hay más competencia, más vendedores alrededor, las frutas un poco caras, en la casa no podemos estar haciendo nada, hay compromisos, hay que pagar bancos nosotros que trabajamos con créditos pero se nos hace difícil, ya no se vende ni la mitad de lo que quizá vendíamos el año pasado, antes de que entrara de lleno el virus aquí a Nicaragua", comparte José Antonio, quien a pesar de todo está dispuesto a enfrentar el coronavirus, no solo con mascarillas y desinfectantes, sino con soluciones a la crisis económica. 

Las historias se repiten en todos los negocios de la ciudad, pero Joselyn Patricia Rosales también es una de las que busca resistir en medio de la pandemia, ya que está acostumbrada a ganar su propio dinero. "La verdad es que ha estado bajo el ambiente aquí en el mercado, la gente sigue viniendo pero con miedo", admite Joselyn.  

Al recorrer la ciudad es notoria el movimiento comercial, como si no estuviéramos frente a una pandemia, pero está claro que son las deudas y múltiples necesidades las que han obligado a desafiar la vida en medio de una crisis sanitaria.


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