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Diomer Talavera: un taxista que canta para inspirar a sus pasajeros

Conduce por trabajo y canta por pasión. Diomer Talavera es un joven taxista de Estelí que usa su medio de transporte no solamente para trasladar pasajeros sino para dar palabras de ánimo y aliento. Su mayor inspiración es su pequeño hijo Jeremy, quien tiene una discapacidad motora.

Diomer junto a su pequeño Jeremy. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Diomer junto a su pequeño Jeremy. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
18-Agosto-2020
Estelí-Nicaragua

Diomer Antonio Talavera Mejía sale de su casa y se monta al taxi para recorrer la ciudad de Estelí en busca del sustento de su familia y en particular, para conseguir la leche y medicinas de su pequeño Jeremy. 

"Yo trabajo de seis de la mañana a siete y media de la noche pero llega un momento en que tenés que jugártela en realidad porque no todos lo días son buenos o no todos los días la gente sale a la calle y ocupa un taxi", cuenta Diomer. 

No lleva muchos años al volante, pero en poco tiempo ha conseguido aprender a ser psicólogo, paramédico y consejero espiritual para muchos usuarios que abordan su unidad de taxi. 


Además de taxista y cantante, le ha tocado hacer de psicólogo cuando alguno de sus pasajeros pasa por un mal momento. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo


"Me ha tocado la oportunidad de encontrarme personas que van llorando dentro del taxi, que van con carácter muy fuerte, mujeres que las han corrido y que llevan a sus niños, sus maletas, que en parte me toca a mí, decirles que todo es posible, que crea, busque de Dios", relata el taxista. 

Este joven nació en Babilonia, una comunidad del municipio de San Juan de Río Coco en departamento de Madriz, de donde llegó cuando apenas tenía 2 años de edad a la ciudad de Estelí, lugar donde ha construido su propio destino. 

Diomer Antonio a sus 27 años de edad ha sabido alternar su vida de padre, conductor de taxi, compositor y artista, pues le gusta cantar música cristiana y en cada una de sus letras se refleja la vida e historia del nicaragüense.

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Ahora no sabe cuántos barrios y kilómetros ha recorrido, pero sí recuerda que tiene que cantar para alegrar el día a sus pasajeros. "Empiezo a escribir ideas, se sube un cliente y me cuenta una historia o un problema personal dentro del taxi, de una u otra manera eso te inspira para escribir algo nuevo", manifiesta.

Las necesidades de casa, el deseo de superación personal y profesional lo llevaron a tener independencia desde temprana edad y desde entonces ha estado desarrollando diferentes actividades laborales, pero los últimos años ha sabido combinar su oficio de conductor con la música. 

Ser cadete de taxi y músico no es fácil, pues cada una de estas profesiones tiene sus propias dificultades. Conducir por carretera abierta, luchar contra percances y dificultades que se presentan en el camino, el congestionamiento vehicular, inseguridad y el mal estado de algunas vías, incluso hasta a la ausencia de pasajeros.

La sonrisa y palabras de su hijo Jeremy, quien tiene una discapacidad motora y sufre la ausencia de su madre, con los motivos que lo impulsan cada día a salir adelante, ya que su deseo como padre es poder verlo caminar algún día. 


Ver a su hijo caminar es el mayor sueño de este amigo del volante. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo 


"Lo que me motiva a mí a salir a la calle es ese deseo de traerle el pan de cada día a mi hijo, regresar con ese entusiasmo, sería la mejor sorpresa que Dios me dé encontrarlo corriendo, caminando, que pueda ver que él está caminado, tiene un problema psicomotor en sus piecitos", confiesa Diomer. 

En la mirada de este precioso niño se nota el amor que recibe por parte de su padre y así lo reafirma Virginia Méndez, una de las hermanas de Diomer. "Él es un buen papá, responsable, está pendiente en la salud del niño, siempre está llamando, está pendiente del alimento de él", cuenta Virginia. 

Este taxista lleva más de 20 composiciones musicales, de las que ha logrado grabar cinco con recursos propios. Por ahora su único medio de promoción es el vehículo que conduce y aunque no busca fama ni dinero, para él es un medio de llegar mensajes de amor y de fe a quienes lo necesitan.



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