Este año los pequeños productores de los departamentos de Madriz, Estelí y Nueva Segovia se han visto afectados primeramente por la escasez de semilla y encarecimiento de los insecticidas y los herbicidas, seguido de un verano prolongado que amenaza el desarrollo del ciclo agrícola de primera.
Normalmente en esta región la siembra de maíz, frijoles y sorgo en el ciclo de primera se realiza en los primeros 15 días del mes de mayo, periodo en el que se estabilizan las lluvias y que el suelo consigue la suficiente humedad para que la semilla germine.
En todo el mes de mayo de este 2021, únicamente cayeron dos lluvias, las que aprovecharon muchos productores para sembrar con la esperanza de cosechar, sin embargo, la semilla se ha deshidratado por la falta de humedad en el suelo y en otros casos se la han comido las hormigas o los pájaros.
Mientras que otros decidieron esperar que el invierno se estabilizara para no perder su trabajo ni recursos, pero también corren el riesgo de no producir y que sus reservas de alimentos se agoten, pues el periodo de siembra de este ciclo está por terminar. Además el año pasado no pudieron almacenar lo suficiente debido a que las cosechas se vieron afectadas por el exceso de lluvias generadas por los huracanes Eta e Iota.
En algunas comunidades de los municipios de San Juan de Limay, San Nicolás y Condega, en el departamento de Estelí, así como en San Lucas, Totogalpa y Palacagüina, en el departamento de Madriz, quienes se dedican a trabajar la tierra se han comenzado a preocupar, ya que de no llover en esta semana las probabilidades de siembra y cosecha serían mínimas.
Misael Castillo, de la comunidad Los Limones, en el municipio de San Nicolás, desde finales de abril preparó sus tierras con la esperanza de sembrar y cosechar maíz y frijoles en primera, pero ha sido prudente de no tirar la semilla confiando en los pronósticos meteorológicos, los que han comenzado a fallar y esto comienza a preocuparle.
Nicaragua es uno de los principales productores de granos básicos en la región centroamericana, sin embargo, este año los rendimientos productivos del ciclo agrícola de primera se podrían ver afectados por el retraso que ha tenido el invierno y que ha impedido la siembra de maíz, frijoles y sorgo.
El principal problema lo enfrentan los pequeños productores del Corredor Seco de la zona norte que no tienen acceso a recursos económicos para instalar sistemas de riego, así mismo por la falta de agua, ya que en algunas comunidades las fuentes hídricas se han secado.
Justo Pastor Mendoza, presidente de la Unión Nacional de Agricultores (UNAG) en el departamento de Estelí, dijo a Noticias ABC que algunas familias productoras que sembraron en seco corren el riesgo de perder sus semillas y que la única esperanza de tener producción es que pueda llover a más tardar en la segunda semana de junio.
El ingeniero Pablo Mairena, experto en agricultura sostenible, asegura que en caso de que el invierno entre de manera tardía existe la posibilidad de cosechar en algunas zonas del Corredor Seco, sin embargo, la alternativa es a través de la siembra de variedades precoces, que sean resistentes a las plagas y tolerantes a las sequías.
En tanto, el agrometeorólogo Agustín Moreira, del Observatorio de Fenómenos Naturales (OFENA), manifestó que normalmente el periodo lluvioso se establece en el mes de mayo, pero que debido a se han presentado mareas de alta presión se inhiben las nubosidades y eso hace que no se formen precipitaciones.
Agustín Moreira agregó que ante este tipo de fenómenos existe la posibilidad de que el invierno se estabilice en este mes de junio, por lo tanto, los agricultores deben cambiar sus ciclos de siembra.
