Las brisas que han caído durante los últimos días en el municipio de Quilalí, en el departamento de Nueva Segovia, no han sido suficientes para mojar la tierra, aun así, los pequeños productores de granos básicos se han atrevido a sembrar de manera tardía con la esperanza de producir por lo menos para el consumo.
Wilson Zeledón, de la comunidad Zapotillal, sembró dos manzanas de tierra, una de maíz y otra de frijoles, según él con la confianza en Dios que pronto se normalicen las lluvias para que la semilla pueda germinar y de esa manera garantizar la alimentación básica que tienen como familias campesinas.
Quizá le interese: Productores de Madriz apresuran la siembra
Zeledón aseguró que las lluvias únicamente fueron el 15 y 16 de junio, desde entonces únicamente han tenido brisas, situación que muchas veces les preocupa, ya que este año ha sido más irregular el invierno y ha afectado a una mayoría de los municipios de la zona norte de Nicaragua.
En tanto, Danilo Gutiérrez, de la comunidad La Palanca, dijo que el deseo de él y el de todos los productores es que se normalicen las lluvias, ya que de eso depende la producción de maíz y frijoles, principal fuente de alimentación de las familias en el campo.
Gutiérrez cree que los rendimientos de los cultivos van a ser mínimos en el caso de que logren desarrollarse las plantas. De acuerdo a datos de la Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos en el departamento de Nueva Segovia (UNAG), Quilalí es uno de los cuatro principales municipios de donde sale gran parte de la producción de maíz y frijoles a los mercados del país, así como para la exportación.
