Los socorristas atienden todo tipo de emergencias, desde accidentes, rescates, crisis de pacientes crónicos, asistencia en balnearios, entre otras. Erick José Lacayo es uno de los socorristas más jóvenes de Estelí, él tiene dos años sirviendo de esta manera al haberse propuesto ayudar a la población en situaciones de riesgo.
Para Erick ser socorrista es una labor muy importante para que las personas tengan atención oportuna en una situación de emergencia, además, representan un pilar esencial en la salud pública para tratar de llegar y atender a un paciente lo más rápido posible mientras recibe los cuidados hospitalarios.
"Esta labor es muy importante, primeramente por pertenecer a una institución mundial que es una gran familia donde todos tenemos como propósito principal es ayudar a la población, creo que la mayor paga que tenemos como voluntarios socorristas es el 'gracias' de una persona que fue ayudada o de su familia", comenta Erick.
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"En ocasiones es una labor agotadora pero que nunca dejamos de hacer, el servir siempre está en nuestro lenguaje, el rendirse no, nuestro servicio es importante para todos porque uno nunca sabe cuándo y a qué hora puede surgir una emergencia, nosotros siempre estamos y estaremos a la orden de la población sin importar nada", sostiene el joven socorrista.
Mientras tanto, don José Ronaldo López, uno de los socorristas más veteranos del municipio de Ocotal, Nueva Segovia, quien a su avanzada edad aún tiene activo su espíritu de servicio, siempre se encuentra dispuesto a ayudar durante las emergencias. No obstante, siente que los paramédicos veteranos se encuentran en el olvido.
Existen muchos motivos por los cuales agradecer a los socorristas por su labor y en honor a ellos desde el año 1859 se dedica esta fecha para otorgar reconocimiento a estas fuerzas voluntarias siempre dispuestas a ayudar aún en situaciones extraordinarias.
"Arriesgamos nuestras vidas en todos los casos de emergencia, pero se llega nuestro día y quedamos olvidados, yo le pido con cariño a todos los compañeros viejos que siempre llevemos en el corazón la insignia que dice: 'por honor cumplo con mi deber', a mi edad yo siempre me arriesgo y sigo amando a la Cruz Roja", expresa don José Ronaldo, quien ingresó a la institución de socorro cuando tenía 18 años.
