Por haber sido un hombre comprometido con su servicio, bromista, excelente instructor, entre otras cualidades, fue recordado por compañeros de trabajo y familiares durante el último adiós, el socorrista de la Cruz Roja filial Estelí, Gustavo Adolfo Olivas Díaz.
El destacado socorrista, quien tenía muchos años de formar parte de la Cruz Roja, donde se entregó por completo a su labor humanitaria, murió la mañana del domingo 29 de agosto, después de pasar varios días internado en el Hospital San Juan de Dios de Estelí.
Antes que sus restos fueran llevados al cementerio municipal de Estelí, se le hizo un homenaje póstumo en las instalaciones de la Cruz Roja, luego al pasar por la estación del Benemérito Cuerpo de Bomberos se sonó la sirena y en la Catedral Nuestra Señora del Rosario se realizó el responso.
Para quienes tuvieron la oportunidad de hacer su intervención durante el homenaje fue muy difícil, ya que, al recordar todo su legado, no pudieron contener las lágrimas y tampoco evitar de que sus voces se quebrantaran.
"Un héroe que no fue anónimo, tenía nombre: Gustavo Olivas. Su superpoder fue su ímpetu y pasión a la hora de ayudar a los demás. Nace el 30 de junio de 1986, ingresó a Cruz Rojo el 13 de septiembre de 1994 a la edad de 9 años, a través de las brigadas escolares", relató la socorrista Mara Elieth Fajardo.
Gustavo Olivas dedicó la mayor parte de su vida a la institución. Foto: Juan Fco. Dávila/Radio ABC StereoOnelia Fuentes, directora de Cruz Roja en Estelí, recordó parte de lo que fue el socorrista Gustavo Olivas. "Nadie tiene la vida comprada ni es eterno pero debemos estar preparados para afrontar situaciones como la gran pérdida de nuestro compañero Gustavo Olivas, a quien cariñosamente le decíamos Tavo, Gordito y El Patrón, él amaba su Cruz Roja, 27 años de servicio", expresó entre lágrimas Fuentes.
Por su parte, los socorristas Armando Molinares y Alison López, también relataron un poco de la experiencia vivida con quien en vida fue su compañero de trabajo Gustavo Olivas. "En el cielo Gustavo está preparando las unidades de rescate para cuando nosotros lleguemos, lo que Gustavo nos dio fue invaluable, Nicaragua pierde a uno de los socorristas más abnegados", manifestó Molinares.
"Fue mi gran instructor, él nos recibió con los brazos abiertos, nos hizo sentir en casa, nos hizo sentir que nosotros podíamos aprender todo lo que él sabía, él siempre estuvo con nosotros, siempre dispuesto a enseñar y sé que sentía orgulloso de cada uno de nosotros", dijo López.
