Todos los años miles de nicaragüenses se trasladan temporalmente hacia el vecino país de Costa Rica, para ofrecer su mano de obra en las fincas cafetaleras de este país del sur.
Desde el inicio de la pandemia, la incertidumbre se apodera de los cortadores de café debido a que Costa Rica tiene algunas restricciones para el ingreso al país, pero que a medida que se ha venido ejecutando la vacunación contra el Covid-19 estas restricciones se han flexibilizando.
De acuerdo a las estadísticas del Instituto del Café de Costa Rica, en ese país se requieren entre 50 mil y 70 mil cortadores para el ciclo de la cosecha cafetalera, gran parte de ellos son originarios de Nicaragua.
Debido al movimiento de nicas hacia Costa Rica y de algunos compatriotas que radican en el país vecino, es importante que se vele por los derechos humanos de cada uno de los emigrantes.
Es por esa razón que el doctor Álvaro Leiva, representante de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, ahora con sede en Costa Rica, indicó que la migración se mantiene en ascendencia y por ese motivo es necesario velar por los derechos de los migrantes nicaragüenses.
"La situación de la migración de nicaragüenses hacia Costa Rica es un flujo migratorio permanente, vive en ascendencia, sobre todo en estos últimos meses por múltiples razones", manifestó Leiva.
De acuerdo a Leiva, "la migración vinculada a temas económicos es el motivo principal que impulsa a los nicaragüenses a migrar a Costa Rica e incorporarse al tema de la producción como el café, las frutas y otros rubros que son importantes para Costa Rica".
"Nosotros estamos dando el acompañamiento a fin de garantizar la mayor cantidad de legalidad y de cumplimiento, de acuerdo a las normas migratorias y legales que existen en Costa Rica y que tiene que cumplir el migrante a fin de poderse integrar rápidamente a la vida económica y social del país", destacó el defensor.
