Después de hacerse pasar como pasajeros y abordar la unidad de taxi, dos sujetos desconocidos intentaron privarle la vida a un taxista esteliano al propinarle varias puñaladas cuando la víctima les solicitó el pago del servicio de transporte.
Según el afectado, identificado como Osmar Olivas Arauz, el hecho sucedió a eso de las 11 de la noche de este sábado ocho de enero, cerca de las inmediaciones de la gasolinera Shell Estelí, sobre la carretera panamericana que atraviesa la ciudad.
La víctima relató que los agresores, tras abordar la unidad de taxi por las cercanías de los semáforos de ENABAS, le manifestaron que los llevara hacia un hotel ubicado en el sector de Villa Vieja, sobre la carretera hacia la comunidad de San Pedro.
Según el taxista, el primero en sacar el cuchillo fue el antisocial que iba en el asiento de adelante, con quien forcejeó antes de que lo intimidara, pero posteriormente el otro que iba en la parte de atrás entró en acción y fue quien le propinó las estocadas.
No obstante, como pudo logró reñir con ambos y detener la agresión al quitarles los cuchillos él solo, ya que a pesar de pedir auxilio ante varios hombres que se encontraban en el lugar, ningún de los presentes quiso intervenir, dijo el cadete de taxi.
"¿Es grande el billete que andan, para darles el vuelto?, les pregunto yo, cuando me dijeron que era de 500 escuché al que iba atrás que dijo ¡Es hora!, fue cuando sacó el primer cuchillo el de adelante, yo se los agarro, y cuando estaba en el forcejeo me están cayendo golpes en la cabeza, yo sentía como golpecitos en mi costilla, y era un cuchillo que me lo estaban enterrando, pero una chaqueta gruesa que andaba no dejaba penetrar el cuchillo", relata Osmar Olivas.
La víctima también comenta que con algunas técnicas y fuerza pudo quitarles los cuchillos, "cuando ellos sintieron que los desarmé, se bajaron, pensé seguirlos y tirarles el carro encima, pero me miré bañado en sangre y agarré para el hospital. En el camino iba rezando por llegar a tiempo al hospital. Las enfermeras se pusieron las pilas y me curaron. Son 14 estocadas las que tengo en la cabeza, 8 en la costilla", manifestó.
El taxista esteliano agregó que brindar el servicio de transporte selectivo en horas de la noche se ha convertido en un peligro en la ciudad de Estelí, sin embargo, se ven obligados a hacerlo para poder obtener el sustento diario de su familia.
"Yo no sé cómo actué, pero adentro de un taxi el taxista está listo, porque va manejando, con las manos ocupadas, con los pies ocupados, la vista va ocupada, todo va ocupado, entonces el taxista va desprotegido. Aunque la gente critica al taxista, pero el taxista anda haciendo una labor, un desempeño útil para la sociedad, pero a veces no es valorado ese trabajo. Sinceramente son valientes los hombres que se rifan a trabajar en la noche para llevar el alimento a su casa", dijo Osmar Olivas.
"El que estaba adelante era un chavalo flaco, el que estaba atrás también era alto, pero más alto, moreno", describe la víctima, sobre los malhechores, también indica que puede reconocerlos si los vuelve a ver. Además, considera que "la policía va a hacer su trabajo, confiando en Dios y en las autoridades, para que actúen en su momento y los agarren para que no hagan más daño a la sociedad".
