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El arte de ser bonchero y rolero en la capital del tabaco

Los puros que se fabrican en Estelí se encuentran entre los mejores a nivel internacional; elaborarlos comprende diversos procesos, acompañados de conocimientos, destreza, dedicación y arte.

Leonel Talavera y Raquel Pérez; bonchero y rolera, respectivamente. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo
Leonel Talavera y Raquel Pérez; bonchero y rolera, respectivamente. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
3-Marzo-2023
Estelí-Nicaragua

Sentado y manipulando una máquina que tuerce el  tabaco y que da la forma  y calidad al puro o habano se pasa el día Leonel Talavera. Un hombre que lleva  más de 20 años trabajando en esta industria, de la que dice sentirse orgulloso, ya que este es uno de los principales rubros para la exportación.

"Nunca he trabajado en otra cosa, más que en el tabaco. Gracias a Dios y a las personas del extranjero que compran el producto de acá de Nicaragua, muchas familias hemos logrado sostener un hogar y seguir luchando", relata Leonel Talavera.

Él, como  la mayoría de hombres que llegan a las distintas fábricas que existen en la ciudad de Estelí, empezó como bonchero y ahora se ha convertido en uno de los mejores instructores, luego de haber alcanzado una vasta experiencia en la elaboración de los puros.

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De este trabajo de 8 horas, no solo le ha quedado la experiencia acumulada, sino también la satisfacción de compartir sus conocimientos con otros que llegan a Rojas Cigar Factory, empresa que creyó en su capacidad.

Leonel asegura que gracias a su trabajo y perseverancia ha conseguido tener una vivienda y ayudar a su familia.

Mientras, rolar parece ser algo sencillo, sin embargo, no es solo es pensar en  hojas de tabaco, chaveta, goma vegetal, molde y guillotina, sino que es necesario un movimiento constante, suave, artístico y esmerado, en el que los hombres y mujeres dedicados a este oficio, logran esculpir tripa, capote y capa, que es enviando a diversos países del mundo. 

Manejando esa destreza y a la par de Leonel, trabaja  Raquel Pérez, una mujer que llegó siendo una adolescente a esta industria, donde ha trabajado como rolera  y ahora como instructora de otras mujeres.

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"En estos 16 años que tengo de trabajar en el tabaco he aprendido y enseñado muchas cosas. Mi trabajo en lo que consiste es en darle el toque final, el acabado al puro; la rolera lo que hace es pasarle la última capa al puro, pasa el puro por el diámetro, hay una medida", explica Raquel.

Para Raquel, hablar de Nicaragua y en particular de la ciudad de Estelí, no solo es hablar de la capital del tabaco, sino de gente laboriosa que con esfuerzo ha conseguido la profesionalización personal  y de sus hijos, como es su caso, pues asegura que parte de lo que gana es invertido en la  educación de sus hijos. 

No es de extrañar que Estelí se  haya  convertido en la capital del tabaco, pues en  esta ciudad se encuentran asentadas unas  30 fábricas de puro, industria por la que se han sentido a traídos muchos inversionistas nacionales y extranjeros, lo cual también ha sido uno de los factores que influido en el aumento de la población, pues de 130 mil personas que habitaban esta zona en el año 2002, la cantidad de pobladores ha pasado a más de 230 mil en la actualidad, según el último censo de población.


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