En una de las calles del barrio Oscar Arnulfo Romero de la ciudad de Estelí, un niño de tan solo 9 años de edad se ha ganado la admiración de muchos. Leyner Yurandel González Cruz, es su nombre y es probablemente el vulcanizador más pequeño de esta localidad.
Leyner Yurandel González está siguiendo los pasos de su padre, propietario de una vulcanizadora y poco a poco se ha ido adentrando en el mundo de las llantas, las herramientas y el trabajo, no por necesidad, sino por el deseo de aprender un oficio que de grande le pueda servir para cubrir sus propias necesidades.
Este niño esteliano aspira a convertirse en médico y, mientras llega ese momento de ir a la universidad, de lunes a viernes estudia su tercer grado de educación primaria, pero los fines de semana Leyner Yurandel brilla con su capacidad y entusiasmo ayudando a parchar las llantas de las motocicletas de algunos clientes que visitan el negocio de su papá.
Con cada llanta que parcha y cada lección que aprende, Leyner Yurandel busca forjar su camino hacia un futuro lleno de promesas. Su historia se convierte en un ejemplo inspirador de tenacidad, determinación y esmero.