Una de cada 100 personas tiene autismo, una realidad muy presente en la sociedad, que se debe conocer, comprender y apoyar.
Sus capacidades y necesidades varían individualmente y pueden evolucionar con el tiempo.
Los trastornos del espectro autista son un grupo de afecciones diversas. Se caracterizan por algún grado de dificultad en la interacción social y la comunicación.
También presentan patrones atípicos de actividad y comportamiento; por ejemplo, dificultad para pasar de una actividad a otra, gran atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones.
En el 2016, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la ley 931 que declara que el 2 de abril de cada año, se conmemore el Día Nacional de Concienciación Sobre el Autismo.
El artículo número uno de la Ley 931 señala que se hace un llamado a la acción que comprometa a todas las partes involucradas a crear oportunidades que permitan mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta condición de origen neurobiológico.
Por otra parte, en el artículo número 2 se explica que el Estado se compromete a promover los derechos y la plena integración social de las personas con autismo.
La legislación aprobada hace 8 años orienta a las instituciones que trabajan con niños y adolescentes con autismo, iluminar sus edificios con el color azul, como símbolo representativo de apoyo, también sensibilización sobre esta condición, protección de los derechos y la integración e inclusión a la sociedad.
Además, el 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas con autismo y promover el ejercicio de sus derechos.