A dos días de su comparecencia en los juzgados de Managua, donde admitió su culpabilidad, amaneció ahorcado en su celda Alfonso Leiva, quien el pasado 24 de mayo le arrebató la vida a una señora quemándola viva en la ciudad de Sébaco, Matagalpa.
Por el momento, existen dos hipótesis sobre esta situación, una de ella es que los demás delincuentes con los que compartía celda lo privaron de su vida, ya que, presuntamente, estos en reiteradas ocasiones le decían que sería el sirviente de todos durante el tiempo que pasaría en prisión.
La segunda hipótesis es que presuntamente el hombre tomó la fatídica decisión para evitar pasar el resto de sus días en una celda y de esta manera evadir la justicia.
Alfonso Leiva enfrentaba los delitos de asesinato agravado y tentativa de violación en perjuicio de Santos del Socorro Soza Salgado, de 56 años. Ella iba hacia un rezo cuando el sujeto, quien era su primo, la engañó diciéndole que le daría unas flores para adornar; la llamó al interior del centro escolar donde él trabajaba como vigilante y forcejeó con ella con la intención de abusarla sexualmente.
Al ver que ella se resistió, la golpeó brutalmente en la cabeza. Luego, le apretó la garganta hasta desmayarla y posteriormente la trasladó en moto-taxi a un predio baldío para quemarla aun estando con vida.
El ministerio público pidió cadena perpetua por el horrendo crimen que cometió. No obstante, la defensa técnica realizó la solicitud de una pena de 30 años de prisión; alegando que el hombre no había tenido problemas con la justicia anteriormente.
En los próximos días el juez a cargo del caso realizaría la lectura final de sentencia, lo cual ya no será posible. El sujeto había pedido ser trasladado de la cárcel La Modelo hacia el penal de Matagalpa, porque tenía miedo que los otros reos tomaran venganza. Las autoridades indagan si se trató de suicidio o crimen.