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Esmir Antonio Rubio Blandón fue acusado formalmente por el presunto delito de homicidio en grado de frustración, violencia doméstica e intrafamiliar en perjuicio de sus dos hijastros adolescentes de 13 y 15 años respectivamente.
El miércoles 26 de agosto entre las 7 y 8 de la noche, cuando las dos víctimas llegaron a una vivienda ubicada en el barrio Santo Domingo de Estelí a visitar a su mamá, observaron que en su interior solo se encontraba su padrastro por lo que optaron por esperar en la acera a su progenitora.
En su relato, el adolescente de 15 años dijo a las autoridades policiales que su hermano de 13 años ingresó a la vivienda y a los pocos minutos escuchó un grito de su hermanito y al entrar a la casa lo miró ensangrentado.
Fue en ese mismo instante en que sin saber de dónde, un golpe lo derribó al suelo mientras su padrastro le propinaba más golpes con un palo y al no soportar la agresión fingió un desmayo.
Su agresor al ver que no se movía se dirigió a otro de los cuartos, momento en que el menor aprovechó para salir corriendo de la vivienda y pedir auxilio.
La juez de violencia, luego de escuchar la acusación, resolvió admitirla y dictar contra el acusado la medida cautelar de prisión preventiva y debido a que Esmir Antonio Rubio Blandón no contaba con abogado privado se le nombró de oficio a una defensora pública.
El acusado cuenta en su trayectoria con un amplio antecedente delictivo por los cuales ya ha estado en la cárcel, entre ellos el delito de lesiones graves y estupro (delito que consiste en tener una relación sexual con una persona menor de edad, valiéndose del engaño o de la superioridad que se tiene sobre ella).
Sobre la agresión a sus hijastros. en primeras declaraciones el acusado dijo que estaba enfurecido porque los chavalos habían abusado sexualmente a una de sus hijas de 8 años de edad.