Locales
Con la conformación de un jurado de conciencia y la lectura de la acusación en la que la fiscal auxiliar Yaneris Blandón en representación del Ministerio Público en Estelí, prometió demostrar la culpabilidad de Pablo Emilio Montenegro Obregón y Osmar Pasquier Martínez, inició ayer el juicio por el asesinato de Carlos Alberto Reyes de 19 años, ocurrido el 26 de abril del presente año.
La representante de Ministerio Público aseguró que cuentan con las pruebas suficientes para probar la participación de Omar Pasquier, de ser la persona que propinó las estocadas mortales a la víctima por el robo de unas piedras de crack.
El segundo acusado por dicho asesinato es Pablo Emilio Montenegro Obregón, quien a través de su defensa expresó su voluntad de renunciar a ser juzgado por un jurado de conciencia, y que su culpabilidad sea valorada por la juez de distrito penal de juicio en Estelí, doctora Elizabeth Corea.
Según el Ministerio Público, Pablo Emilio Montenegro Obregón el día del crimen condujo la motocicleta en que la víctima fue llevada hasta la comunidad La Sirena a pocos kilómetros de la salida norte de la ciudad de Estelí y en el trayecto fue herido mortalmente de 26 puñaladas.
Por su parte, el abogado Harold Ramírez, defensor del acusado Omar Pasquier, dijo que cuentan con testigos que demostrarán que su defendido jamás participó en dicho crimen.
En tanto el abogado Mauricio Peralta, defensor del acusado Pablo Emilio, aseguró que su cliente al momento del crimen se encontraba en compañía de sus familiares.
Cabe señalar que el cuerpo de la víctima presentaba un total de 26 estocadas, además le cortaron el dedo meñique de la mano izquierda y le hicieron una enorme herida, aparentemente con un machete o un cuchillo.
Familiares exigen justicia
Con pancartas en mano y pidiendo a gritos castigo para los presuntos asesinos se presentaron al juzgado los familiares del joven Carlos Alberto Reyes Castillo de 19 años de edad, quienes portaban fotografías de la víctima junto a su hija que a sus tres años de vida quedó en la orfandad.
Tras ser suspendido en horas de la tarde el juicio oral y público, doña Carmensa Castillo Cruz, madre de la víctima, en medio de lágrimas clamó a las autoridades justicia por el atroz asesinato de su hijo, asimismo cuestionó los argumentos realizados por los abogados defensores de los dos acusados.
La lluvia que caía en ese momento no impidió que la adolorida madre sostuviese en sus manos una pancarta en la que se leía que nadie merece morir de la forma en que acabaron con la vida de su hijo.
