LOCAL / Marcos Muñoz.
Al parecer algunos expendios de licor, están madrugando para vender su producto a los tomadores consuetudinarios que desde las cinco de la mañana inician la bebedera en el barrio José Santos Zelaya.
En las calles cercanas al monumento del centenario ubicado a orillas de la carretera panamericana que atraviesa esta ciudad, es notorio ver una gran cantidad de tomadores, acostados en las aceras, en la parada de buses, a orillas de las casas y pidiendo dinero en los negocios que están en ese sector.
Lo que más preocupa a los comerciantes y pobladores del barrio es la presencia de borrachitas jóvenes, una de ellas es conocida como la gringa y otra muchacha que lustraba zapatos en el parque.
Yeriel Siu, tiene una tienda de ropa y asegura que en esa calle existen algunas ventas que licor que no respetan el horario reglamentado por l policía nacional y venden a cualquier hora del día.
Angélica Palacios Vargas, tiene un salón de belleza y en la acera de su casa se pueden observar más de cinco tomadores que han colocado varios plásticos negros para hacer una champa para dormir.
Estas personas defecan y orinan sobre la acera y los propietarios de la vivienda tienen que limpiar constantemente para evitar que el mal olor penetre a la casa.
Las familias solicitaron la colaboración de las autoridades correspondientes para tratar de ayudar a estos tomadores consuetudinarios para que sean rehabilitados con el apoyo de las familias de cada una de estas personas.