Este domingo 15 de diciembre se desarrollará el tradicional desfile hípico de Estelí. El Arte Ecuestre es la identificación perfecta entre el jinete y su caballo. Permite al animal efectuar todos los movimientos sin afectaciones físicas, con flexibilidad y ritmo, convirtiéndolo en un compañero en vez de un esclavo al que se le fuerza a obedecer.
El amanecer resplandece en el Rancho Los Cerritos, ubicado al noreste de la ciudad de Estelí, lugar de crianza y entrenamiento para los caballos frisones, Warlander y español. Tres de las razas equinas con más elegancia y versatilidad en el mundo hípico en Nicaragua.
José Luis Lainez, amante de la crianza de estos nobles animales, desde su juventud vive y disfruta del arte ecuestre. Este proceso de formación incluye la educación del caballo en el manejo de diferentes entornos y estímulos, garantizando que no solo puedan actuar con confianza y seguridad, sino que tengan condiciones de salud y buen trato.
"En Estelí tuvimos la dicha de tener un caballo español puro que se llamaba Delator, hijo de un caballo que fue campeón de España, ese caballo dio muy buenas crías, buenas madres hubo y yo compré algunas", relata Lainez sobre sus inicios en la crianza de caballos pura raza, quien agrega que "ahora le he dado un giro a mi crianza y estoy tratando de criar con Warlander y yeguas frisonas".
La responsabilidad del domador y el jinete en el cuidado y entrenamiento de estos caballos no puede subestimarse. Su dedicación y conocimiento aseguran que los caballos no solo estén en óptimas condiciones físicas, sino también mentalmente preparados para los rigores de los espectáculos que se realizan.
José Luis Lainez, reconocido criador de caballos y asistente de las principales fiestas hípicas en Nicaragua, ha dedicado más de 10 años de su vida a dominar el arte de la equitación, donde se observa una conexión entre hombre y animal, forjada con paciencia, respeto y conocimiento.
"Son (los caballos) como un niño, al que hay que darle cariño pero también corregirlo porque puede tomar un vicio, alguna maña, requiere mucho cuido", comenta Lainez.
"Si una persona invierte tiene que saber a qué persona se lo lleva, porque lo puede echar a perder", advierte Lainez sobre la crianza de los caballos, e indica que el preparador y montador deben "tener mucha paciencia para ir acelerando el proceso de entrenamiento de los caballos".
No menos importante es que, antes de cada evento, los caballos deben salir del establo al bañadero, donde se realiza el proceso de limpieza, peinándolos, hidratándoles la piel, y cuidando de su cola y crin. Asimismo, se les colocan vendas en las patas, que pueden servir tanto para la presentación estética como para la protección.
Es así que tanto el jinete como el caballo están listos para la monta y desfiles hípicos como el que se desarrollará este domingo 15 de diciembre en la ciudad de Estelí, uno de los hípicos más esperados y el último del año.