Luis Carlos Cruz Rodríguez es un joven nicaragüense que se inició como barbero al cumplir los 18 años, con más habilidades que máquinas para cortar pelo. La familia y vecinos fueron sus primeros clientes, pero incursionar en el oficio no fue nada fácil. "Cuando toqué algunas puertas para que alguien me ayudara y me enseñara, no muchos me las abrieron", recuerda.
Sus padres se convirtieron en el motor de apoyo, no por tener una fortuna económica, sino por que vieron en este jovencito muchos deseos de superación, pues su madre había estudiado estilismo y decidió desprenderse de sus propias herramientas de trabajo: un peine, una máquina, un cepillo, más una silla plástica y una capa. Mientras su padre creaba las condiciones de trabajo para los futuros clientes.
A través del lenguaje de señas puede comunicarse con clientes como Josué Rugama, quien es sordo. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo Hoy ese espacio está totalmente transformado y Luis Carlos no solo se ha preocupado por la estética de sus clientes y fachada del negocio, sino también por la accesibilidad e inclusión, convirtiéndose así en el primer espacio de Nicaragua donde no existen barreras del idioma o por discapacidad, pues es un hombre que se ha preocupado por estudiar inglés y lenguaje de señas para atender a todos por igual.
Una barbería para todos
Este joven no solo está preocupado por cortar pelo y ganar dinero, sino por hacer feliz a clientes como Adres Joan Machado, un joven que nació ciego, pero eso no lo ha hecho amargado o aburrido, según segura. Andrés Joan tiene más que un barbero, pues Luis Carlos se ha convertido en un amigo que sabe escuchar y entender sus gustos, como el bailar en el salón si lo desea.
En tanto, Josué Rugama es un joven sordo que dice sentirse feliz al saber que en su ciudad existe alguien que maneja el lenguaje de señas.
Adres Joan es uno de los clientes frecuentes de esta barbería inclusiva. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC Stereo La Barbería de Lucho es el nombre del negocio inclusivo de Luis Carlos y está ubicada en la ciudad de Estelí, donde ofrece varios servicios para hombres como: depilación facial, corte de barba, definición de cejas y lógicamente peluquería.
Las dificultades de la vida son el abono perfecto para construir el éxito y es que este joven antes de ser peluquero trabajó como recolector de material aluminio en un carretón, mientras estudiaba la primaria, también fue joyero, bartender, vendedor ambulante de pan y mercadería, así como asistente de una tienda.
