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Familias productoras buscan alternativas ante la pérdida de sus cosechas

Mientras hay vida, hay esperanza. En medio de la adversidad, familias productoras buscan hacerle frente a las pérdidas que ocasionó la lluvia a sus cosechas. Hay algunas prácticas que se están poniendo en práctica.

Si el sol sale y hay vientos, aún puede recuperarse un porcentaje de las cosechas. Foto: Archivo/Radio ABC Stereo
Si el sol sale y hay vientos, aún puede recuperarse un porcentaje de las cosechas. Foto: Archivo/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
10-Noviembre-2020
Estelí-Nicaragua

El Colorado es una de las tantas comunidades rurales del municipio de Pueblo Nuevo, en el departamento de Estelí, que reporta pérdidas en la producción de granos básicos y hortalizas debido a las lluvias registradas durante los últimos días.

Las pérdidas ascienden a más del 90 por ciento en los cultivos de frijol y maíz, lo que hace poner en riesgo la nutrición y seguridad alimentaria de muchas familias campesinas, particularmente de las mujeres. 

Doña Imelda Calero González en el presente ciclo de postrera logró sembrar manzana y media de frijol, que según los cálculos previamente establecidos tendría rendimientos de 40 quintales por manzana, sin embargo, las lluvias han terminado con todo.

Calero asegura que han sido ocho días complicados para el campo, ya que se han registrado lluvias todos los días, provocado que la capacidad de absorción de agua del suelo genere encharcamiento en las partes planas.  

Mientras que en las áreas con pendientes inclinadas produce erosión de los suelos y corte de terreno, lo que conlleva que las plántulas de los cultivos se arranquen de raíz. 

En tanto doña Carmen Irías, también productora de la comunidad El Colorado, dijo a Noticias ABC que en medio de la adversidad le agradecen a Dios, puesto aunque reportan daños en los cultivos, no hay pérdidas humanas, por ahora la única estrategia en la que ha pensado es aprovechar el agua de lluvia que quede en los estanques y riachuelos para la siembra de hortalizas y maíz en el verano a través de riego.

Si permanece soleado y con vientos puede salvarse parte de la cosecha

Este año no ha sido el mejor para los productores de granos básicos en la zona norte de Nicaragua, primero la plaga de la babosa o lipe terminó con algunos plantíos de frijol que se habían sembrado de postrera y luego el exceso de lluvia amenaza con pérdidas incalculables.  

La Unión Nacional de Agricultores y Ganaderos (UNAG) de Estelí y Nueva Segovia, así como productores independientes reportan afectaciones hasta del 70 por ciento en algunas comunidades de los municipios de Quilalí, El Jícaro, San Nicolás, Condega, Pueblo Nuevo y San Juan de Limay, principalmente en suelos planos.

El monitoreo es constante y la esperanza de muchos productores es poder salvar parte de lo que sembraron y una de esas opciones podría ser el tendaleo y la aplicación de fungicida, pero para ello se requieren ciertas condiciones ambientales como el viento y sol. 

El ingeniero agrónomo Pablo Mairena Herradora, experto en cambio climático y tecnologías productivas, manifestó que los huracanes y tormentas tropicales poseen un gran poder destructivo, ya que los fuertes vientos, constantes lluvias e inundaciones pueden arrasar con los cultivos, pero existen algunas alternativas como mejorar la red de drenaje dentro de las áreas de siembra, para deshacerse con mayor facilidad de los excesos de agua.

Mairena dijo que otra manera es que si las milpas fueron dañadas y se encontraba cerca de la dobla, que significa que ha alcanzado la suficiente madurez fisiológica, se pueden colectar las mazorcas junto con parte de los tallos de la planta para ser colocadas en tendales.

El especialista explicó que para los tendales únicamente se debe poner alambre entre dos árboles o estacas. "Hemos recomendado a las familias productoras realizar algunas prácticas para poder salvaguardar algún porcentaje de las cosechas en el caso del frijol", manifestó Mairena.

"Una de las orientaciones es hacer pequeños tendidos de alambre de forma distribuida para que haya una mejor ventilación y pueda escurrir el agua que hay en las vainas de frijol, de esta manera podremos rescatar algunos granos que ya se están perdiendo, todo irá en dependencia si deja de llover", indicó el experto.

"En el caso de los cultivos que todavía están en las parcelas, hemos orientado la aplicación de fungicidas nematicidas para controlar las enfermedades fungosas, chamuscos que se puedan presentar y poder rescatar un poco de la cosecha", agregó Mairena.


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