El reloj no marca las 6 de la mañana, pero empiezan a salir los primeros rayos del sol y un hombre alto, corpulento, de carácter fuerte pero sensible ha llegado al mercado Alfredo Lazo de Estelí, cargando al hombro una bolsa de saco y sosteniéndose sobre una muleta.
Su nombre es Daniel Duarte Zelaya y tiene 52 años. "Aquí me rebusco la vida, busco a trabajar, ayudo a limpiar frijoles y maíz, hay días regulares y días malos, aquí voy a como Dios me ayude", comenta.
Nació en el municipio de Jalapa en el departamento de Nueva Segovia y es la necesidad de ganar dinero para el pan de cada día la que lo lleva hasta este lugar, donde ha tenido que enfrentarse al rechazo, discriminación, insultos y golpes de personas que lo único que intentan es provocarlo, "me agraden como animal", lamenta Daniel. Mientras otros comerciantes le han dado acogida en sus tramos, donde trabaja muchas veces escogiendo o zarandeando maíz y frijoles.
Por su manera de vestir y caminar, muchos lo confunden con un enfermo mental y han logrado hasta ponerle el apodo de "Cuarterón", que es lo que más le incomoda, por ello una piedra y sus gritos son la única arma de defensa ante tal situación. "Agrado quiere agrado, yo merezco respeto", expresa Daniel.
Pocos saben o comprenden que este hombre quedó con una discapacidad motora permanente en su pie y brazo derecho, luego de haber sufrido un accidente de tránsito, y es que, según él, trabajaba como ayudante de un camión y mientras regresaban de Jalapa cargado de granos básicos, el camión se volcó, quedando Daniel bajo las llantas del pesado automotor hace unos 20 años. "Andaba trabajando cuando ocurrió el accidente, también me lesioné el cerebro", cuenta Daniel.
Que le apoden Cuarterón le incomoda en gran manera. Foto: Famnuel Úbeda/Radio ABC StereoDesde entonces, Daniel decidió mudarse a la ciudad de Estelí, ya que no podía continuar con las actividades agrícolas a las que también se dedicó desde niño en su pueblo natal Jalapa.
Él es un hombre respetuoso, sin malas intenciones, que conoce y recorre cada calle y rincón del mercado Alfredo Lazo de la ciudad de Estelí. Daniel Duarte Zelaya asegura haber sido parte de la Resistencia en los años 80, además de ser padre de un niño de 4 años que procreó con una muchacha del municipio de Quilalí, en el departamento de Nueva Segovia.
Para Daniel, tratar con respeto a otros es cuestión de educación y no de dinero, pues el dinero, según él, no compra los valores, el sentido común, ni los principios, ni la bondad.
