El curandero Bernardino Gadea o simplemente don Nando Gadea, como era reconocido en varias partes del país, falleció el 13 septiembre 1998 en su vivienda ubicada al otro lado del popular Cerro de La Cruz en Jinotega.
Pese a su muerte hace más de 20 años, algunos familiares siguen la tradición de la curación medicinal, a base de cáscaras y plantas, como es el caso de don Fausto Francisco Gadea, sobrino del Nando, quien a diario atiende a personas que llegan a visitarlo por alguna consulta, a una de sus casas que se ubica dentro del cementerio municipal.
"Mi tío era un profesional famoso, de ahí salimos nosotros, trabajamos con él, atendimos pacientes, de ahí nosotros comenzamos a trabajar, para serle franco he curado a varias personas enfermas", expresó el sobrino de Nando Gadea.
Don Nando era muy famoso y forma parte de la historia cultural de Jinotega. Foto: Magazine/La PrensaSegún don Frank, como le gusta que le llamen, la gente sabe cuando él está en el cementerio porque ven a su característico caballo, que siempre está amarrado en el patio de la vivienda. Este fornido hombre enfatizó que los trabajos que realiza no pertenecen a la brujería ni a la magia negra.
"Nosotros lo que hacemos es el bien, no el mal, hay mucha gente que nos dice brujos, pero el brujo es hechicero, nosotros no somos hechiceros, tenemos nuestros propios conocimientos y un don que Dios nos dio, somos inteligentes", aclaró don Frank, quien atiende a decenas de pacientes que le visitan.
Mientras se realizaba la entrevista con el sobrino del curandero más reconocido de Nicaragua, se presentó una señora, quien con fe y devoción llegó desde Matagalpa en compañía de su hijo, pues le comentaron de los poderes curativos de las plantas y hiervas utilizadas por don Frank.
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Miguel Ángel Gómez, presidente de la comunidad o pueblo indígena de Jinotega, comentó que don Nando Gadea y sus descendientes también forman parte de las comunidades indígenas que habitan en el departamento.
"Dios se manifestó en cada enfermo, de esa manera es que Nando hacía la sanación y la curación, fue tan grande el trabajo del difunto Nando que él sabía quién andaba mal y quien andaba bien, tenemos que estar claros que él tenía un don para corregir al que andaba mal", dijo Miguel Ángel.
Para encontrar a don Frank Gadea es necesario entrar al cementerio municipal y encontrar su casa ubicada en la parte final del mismo, sin embargo, hay otras personas que optan por visitar al hijo de don Nando, quien baja solamente dos veces por semana al cementerio para atender a sus clientes.
