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La enfermería, una invaluable labor para ayudar a salvar vidas

Hoy es el Día Internacional de la Enfermería, una fecha para homenajear a los enfermeros y enfermeras por su imprescindible labor, que requiere vocación de cuidado y amor hacia los pacientes. Ramona Alfaro y Lidia Alanís, son dos enfermeras estelianas que han dedicado décadas de su vida a esta profesión:

Lidia Alanís y Ramona Alfaro, enfermeras estelianas apasionadas por su labor. Foto: Cortesía/Radio ABC Stereo
Lidia Alanís y Ramona Alfaro, enfermeras estelianas apasionadas por su labor. Foto: Cortesía/Radio ABC Stereo

Periodista Famnuel Úbeda
12-Mayo-2022
Estelí-Nicaragua

El 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, con el objetivo de brindar un merecido homenaje a todos los enfermeros y enfermeras, que a nivel mundial realizan esta labor para toda la humanidad, así como rendir tributo a Florence Nightingale, que nació un 12 de mayo y es considerada la fundadora de la enfermería moderna.

"Ser enfermera es ser algo especial, como decían los viejitos, que había que tener mucha vocación y entrega", dice la enfermera Ramona Alfaro.

En los tiempos más difíciles siempre habrá personas que serán capaces y valientes de dar todo por salvar la vida de los demás. Una de ellas ha sido  Ramona  Alfaro, "La Monchita", la mujer que  llegó  como secretaria y recepcionista en 1974 al Hospital San Juan de Dios de la ciudad de Estelí y que al tener experiencia en primero auxilios se aventuró como enfermera ante la necesidad y escases de profesionales en esa época.

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"Ya me interesaba mucho la enfermería, por cursos que tenían que ver como primeros auxilios, y es así que hicimos aquí en Estelí un grupo de 30 jóvenes en esa época, para un curso de primeros auxilios. El director del hospital nos puso a trabajar en las salas como enfermeras y nos indicó que íbamos a seguir un proceso educativo dentro del hospital, o sea que nos iban a dar seguimiento y nos iban a ir enseñando poco a poco", recuerda Ramona.

Dejar el escritorio y una máquina de escribir para entrar al área de atención y emergencia de un hospital, no fue fácil, pues implicaba asumir nuevos retos y  preparación profesional, por ello después de cuatro años  de servicio, es decir en  1978  optó por su preparación profesional y se convirtió en enfermera auxiliar, pero no satisfecha, continuó estudiando hasta graduarse como enfermera profesional en 1985.  

"La meta no es estar sin títulos y así el director del hospital de esa época nos dio permiso para estudiar en el día y trabajar en la noche, fue muy difícil, pero hicimos el reto", relata Ramona.

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Ramona Alfaro trabajó para el sistema de salud pública de nuestro país durante 40 años y nunca dejó de actualizarse profesionalmente hasta llegar a convertirse en una de las primeras enfermeras ginecoobstretas de la zona norte de Nicaragua, y se convirtió en el ángel de amor y esperanza de las mujeres embarazadas cuando llegó a fundar la casa de preparación del parto, instancia del Ministerio de Salud. 

Ella ayudó a salvarle la vida a muchos bebes en vientre, al igual que la vida de sus madres, a través de la atención prenatal, pero también, con la formación que brindaba a las  parteras y enfermeras que prestaban su servicio en las comunidades rurales.

Después de ser la enfermera itinerante ha llegado a la edad de la jubilación, pero aun así no se cansa de servir a la comunidad y sigue realizando algunas labores desde su casa y con las mujeres embarazadas, para ella la primera universidad nace en el corazón. 

"La gente que me conoce me sigue buscando para tomar la presión, poner inyecciones, poner suero, me siguen visitando muchas embarazadas también para alguna consejería", comparte Ramona.

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El personal de enfermería lleva sobre los hombros una parte importante de la responsabilidad en la atención médica, pues realizan una ardua labor en largas jornadas con pasión y vocación.

Lidia Amanda Alanís Tinoco, de 46 años  de edad, es otra enfermera que lleva más de la mitad de su vida ejerciendo esta noble labor, y según cuenta, desde niña siempre se sintió atraída por la medicina, además de que una tía paterna se convirtió en su fuente de inspiración para estudiar enfermería, aunque inicialmente lo que ella quería era convertirse en médico. 

"Ya una vez con mi carrera como auxiliar, me fui costeando la enfermería profesional, hasta alcanzar la licenciatura. En el ejercicio de la enfermería se resalta la satisfacción de ayudar a los demás, cumplir un sueño, y recordarle que la enfermera es el corazón y el alma del cuidado del paciente", manifiesta Lidia

A Lidia Amanda son los adultos mayores las que la mueven, pues considera que es la  oportunidad de demostrar el verdadero  humanismo y carisma, más si ellos están en condiciones complicadas de salud. 

¡Feliz Día Internacional de la Enfermería y gracias por decidir cuidarnos!.

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