Katharina Pförtner es una mujer que nació y vivió en Alemania, estudió pedagogía y trabajó para una escuela especial estatal, pero al cumplir 34 años conoció y se enamoró de Gene Hinz, un hombre que realizaba trabajo social en algunas escuelas de Estelí y que la invitó a conocer Nicaragua en 1989, sin embargo, nunca pensó que se quedaría a vivir para siempre.
Pförtner asegura que la hospitalidad, solidaridad y humanismo de los nicaragüenses, así como los paisajes vírgenes, la hicieron no regresar a su trabajo en Alemania y decidió entrar como cooperante a la Asociación Los Pipitos de Estelí, donde trabajó por diez años como asesora pedagógica en temas de educación inclusiva.
Matrimonio Hinz Pförtner. Foto: Cortesía.
Katarine Pförtner y Gene Hinz nunca pudieron tener hijos y mientras uno ayudaba a la construcción de un huerto escolar en la Escuela Especial de Estelí y el otro en Los Pipitos, se enteraron que dos niñas habían quedado huérfanas.
Massiel y Cassandra son esas dos niñas, que ya han crecido y se han convertido en todas unas mujeres, llenas de energía y deseos de superación personal e intelectual. Massiel ahora tiene 24 años, estudió administración turística y hotelera en Nicaragua, pero continúa estudiando cultura europea en Alemania, mientras que Casandra cumplió 22 años y estudia psicología en la Facultad Regional Multidisciplinaria (FAREM- Estelí).
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Massiel y Cassandra son las hijas del matrimonio alemán. Foto: Cortesía
Katharina Pförtner y Gene Hinz trabajaron toda su juventud como cooperantes, nunca tuvieron grandes salarios, pero sí lo suficiente para vivir y de vez en cuando disfrutar de la neblina y el bosque que ofrece Miraflor, pero entre travesía, amigos y aventura, llegaron a invertir en turismo y fundaron Lindos Ojos, una finca agroturística donde ofertan alojamiento y alimentación, caminatas guiadas, observación de aves y senderismo.
Lindos Ojos es el nombre que le puso Gene Hinz a la finca, sin embargo, no la pudo disfrutar por mucho tiempo, ya que murió de un infarto hace cinco años, pero Katharina mantiene vivos sus recuerdos y tiene como proyectos a corto plazo invertir en el mejoramiento de la fauna y la investigación, creando condiciones de vida para los animales y contrarrestar el cambio climático, así también mejorar el medio ambiente en la zona de Miraflor a través de la incorporación de aulas verdes.
Colaboración: Famnuel Úbeda
