Unas 1,300 viviendas de la comunidad La Marañosa, del municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega, se encuentran sin agua potable desde el paso del huracán Iota en Nicaragua, por lo que demandan atención oportuna por parte de las autoridades.
El municipio de Wiwilí no solamente atraviesa dificultades acarreadas por los huracanes, sino que a ello se le suma la crisis política que dejó como resultado la reciente destitución de los alcaldes liberales, donde seguidamente INIFOM acreditó a una nueva alcaldesa de nombre Helen Toruño Landero, por el partido Frente Sandinista.
Irma Janeth Díaz, pobladora de La Marañosa, manifestó que las corrientes de agua que ocasionó el huracán causaron severas afectaciones a las tuberías de agua potable, por lo que desde entonces todos los pobladores se dirigen al río para acarrear el vital líquido tanto para tomar como para el aseo personal y realizar todos los quehaceres, lo que amerita un gran esfuerzo diario.
La pobladora además indica que corren el riesgo de que el agua del río esté contaminada y esto provoque enfermedades en toda la comunidad. Por lo tanto, urgen que las autoridades se presenten con prontitud para apoyarles en la solución de esta sentida problemática.
Otra de las afectaciones en La Marañosa fue el derrumbe de dos humildes viviendas, una de ellas es la de Isabel Díaz Centeno, quien habitaba junto a sus dos niños en una casa construida con tablas y plástico, la cual fue destruida por el fenómeno natural y ahora se ve obligada a pedir posada, por lo tanto, espera que las instituciones les ayuden en ambas situaciones.
