Dos familias que habitan en la misma vivienda en el barrio Héroes y Mártires del Sector Cinco del casco urbano del municipio de San Sebastián de Yalí, Jinotega, afirman ya no soportar la persecución en su contra, por parte de algunos agentes policiales de la localidad.
Las afectadas viajaron a la ciudad de Estelí para denunciar el presunto asedio del cual están siendo víctimas desde hace mucho tiempo. Ellas se identificaron como Ramona Esperanza Úbeda, madre de tres hijos caídos en la guerra de los años 80 y Rubenia Esperanza Altamirano.
Ambas ciudadanas dijeron desconocer las razones exactas del por qué la policía no las deja vivir en paz, ya que si están en la vivienda, a la hora menos pensada ejecutan allanamientos y si van por la calle, los uniformados los detienen y requisan de manera agresiva.
"La policía siempre llega a molestar ahí creyendo que nosotros vendemos marihuana, llegan a botarle todas las cosas a uno y sin ninguna orden, yo soy una madre de héroes y mártires y ya ni a las madres respetan, lo ven como a un lampazo viejo a uno, la casa privada se respeta, si uno les pide la orden de cateo dicen que la tienen pero no se la dan a uno", denunció doña Ramona.
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La adulta mayor añadió que "lo que hay en mi casa es una pulpería pequeña, vendo pan, yo creo que son rencillas personales, en mi casa no han encontrado nada, pido que se controlen porque ya no aguantamos".
Manifestaron que ellas son personas trabajadoras y que no andan involucradas en cosas ilícitas ni en asuntos políticos, así que demandaron de las autoridades policiales del departamento y a nivel nacional, ponerle fin a la injusta persecución.
Por su parte, Rubenia relató que "estaba mi marido en una esquina tomando licor, llegó la policía, se acercaron a la esquina y requisaron a los muchachos que estaban con él, al no encontrarles nada se pusieron en un aspecto como de represión y me marido se paró y les dijo que él tenía derechos, le querían poner las chachas".
"Yo estaba al lado de abajo de mi casa, un policía que no le conozco el nombre se me tiró encima y me agarró del cuello, me estaba ahorcando, hay testigos, hay vecinos y hay vídeos, ellos me llevan presa, me ultrajan con las chachas y andaba mis manos inflamadas, aquí estoy defendiendo mis derechos, los de mi marido y los de mi familia, yo no quiero que el día de mañana esos policías me vayan a matar", señaló la pobladora.
