El año pasado gran parte de la cosecha de primera y postrera de frijol se vio afectada en la zona norte por las lluvias ocasionadas por los huracanes Eta e Iota que pasaron por Nicaragua, lo que provocó que los rendimientos productivos fueran menores y que muchas familias en el campo se quedaran sin reservas de alimentos.
En tanto, los comerciantes aprovecharon para acopiar lo poco que se produjo en el ciclo de apante. La necesidad de alimentos la podrían estar viviendo los consumidores, si el verano se prolonga una semana más, ya que las reservas podrían ser insuficientes para responder a la demanda.
Ismael Rugama, quien está dedicado al acopio y comercialización de granos básicos en Estelí, dijo a Noticias ABC que al haberse producido menos cantidad de frijol el año pasado, es posible que se experimente una alza de este grano.
Rugama agregó que en la actualidad, tanto a nivel de campo como de mercado, se está pagando entre 800 y 1,000 córdobas el quintal de frijol de postrera, mientras que el de apante, que es el que se produce en las zonas húmedas de Jinotega, mantiene un precio de compra de 1,100 córdobas.
Al detalle a los consumidores en el mercado de Estelí se oferta en 18 córdobas la libra de frijol, todo está en dependencia de la calidad y variedad que esté disponible.
"Hay bastante frijol retenido en bodega, incluso productores que tienen pequeñas reservas, pero se está previendo que si está sequía se prolonga (el precio) del frijol se va a disparar, esto afecta de manera masiva, terrible, debido a que no habría cosecha de primera o sería mínimo", explicó Rugama.
