Miles de familias nicaragüenses que habitan Costa Rica, y son de escasos recursos económicos tienen un apoyo espiritual, emocional y alimenticio, gracias a los comedores sociales y obras que están en ese país con ayuda de la organización no gubernamental llamada Asociación Obras del Espíritu Santo.
El presbítero Sergio Valverde Espinoza, fundador de la organización y encargado de la Parroquia Cristo Rey del Universo, ubicada en San José, expresó que están apoyando a las familias necesitadas con alimentos en varias partes de Costa Rica y para los menores de edad cuentan guarderías, pensadas en aquellas madres que no tienen donde dejar a sus hijos.
En toda Costa Rica, la organización atiende a 100 mil beneficiarios, de ellos, unas siete mil son familias de nicaragüenses, a las que les garantizan los tres tiempos de comida. "Nosotros calculamos que atendemos a unas siete mil familias nicaragüenses, sobre todo en las zonas de Alajuelita y La Carpio, donde hay tantas familias nicaragüenses", expresó el sacerdote.
"Tenemos comedores en diferentes partes del país, se les da desayuno, almuerzo y cena gratis todos los días del año, se les da ropita y cositas así, tenemos guarderías gratuitas y escuelas gratuitas, todo para toda esta población vulnerable, brindamos apoyo para niños, niñas, adultos mayores, mamás jefas de hogar, jóvenes, para todas las edades sin diferencia de ninguna clase", detalló el padre Valverde.
Actualmente, la Asociación Obras del Espíritu Santo cuenta con 20 años de fundada. Trascendiendo las fronteras, el padre Sergio ha fundado sedes de Obras del Espíritu Santo en Guatemala, Nicaragua, Canadá, Cuba, y Estados Unidos.
Doña Gladys Moreno, originaria de Estelí, actualmente vive en Costa Rica y en ocasiones le ha tocado asistir a uno de los comedores sociales, al igual que otras familias. Ella asegura que todas las personas que llegan buscando alimentos reciben lo que necesitan.
"Van niños, madres solas que se quedan sin trabajo, yo vengo a trabajar aquí, ahí está la comidita, los tres tiempos al día nos dan de comer, el padre nos apoya, también en la parroquia está una guardería para los niños, ahí los cuidan mientras las madres trabajan, los niños ahí estudian y reciben apoyo", comentó doña Gladys, quien agregó que "un bocado de comida no se lo niegan a nadie".
