La desintegración familiar, fracaso escolar, falta de habilidades para tomar decisiones, baja autoestima y deseo de sentirse involucrados socialmente, pueden ser sólo algunos de los factores que inducen a la adolescencia y juventud a caer en los vicios, sobre todo en la drogodependencia y el alcohol, pero también a caer en conflictos personales y delitos.
En los centros de rehabilitación como El Alfarero, ubicados en la ciudad de Ocotal y Quilalí, en el departamento de Nueva Segovia, son muchos los testimonios de personas afectadas por el consumo de sustancias prohibidas, sin embargo, intentan salir adelante a través de la integración en espacios de reflexión, terapias psicológicas, ocupacionales y charlas espirituales.
Alcanzar la rehabilitación e integración social por cuenta propia, resulta un poco complicado, sin embargo, hay quienes no se dan por vencidos y buscan atención en este centro, refiere Harvy Pozo, director del Alfarero.
Quizá le interese: Teresa Gutiérrez: "Salir de las adicciones es posible"
Pozo, expresó que la temporada donde pueden darse recaídas de personas en proceso de rehabilitación es durante las festividades de fin de año, ya que es la temporada donde sobre abunda el consumo excesivo de alcohol y es ahí donde las familias deben estar conscientes de no exponer a los pacientes.
Además, Pozo plantea que en este mes de enero es cuando se da la mayor demanda de internar a personas con algún tipo de adicción, es por ello que para este 2022 se han propuesto fortalecer las alianzas con los gobiernos locales, Ministerio de Salud y Policía Nacional, en los sitios donde tienen incidencia.
"Nuestros planes y proyectos para este nuevo año son alcanzar a más jóvenes en riesgo, ayudar a más familias, siempre unidos con las familias, la familia colabora, la fundación les colabora ellas, y también reforzados por la Alcaldía de Octal e instituciones como el MINSA y la Universidad Martín Lutero", manifestó Pozo.
"Nos hemos unido todos para poder avanzar en este año y hacer un trabajo con más excelencia, y nos sentimos gozosos porque Dios nos ha ayudado en medio de la pandemia", añade el director, quien también dice que "Aveces estos proyectos son bien complicados, sabemos que tratamos con personas que tienen graves problemas de adicciones y no es fácil lidear con ellos, pero con la ayuda de Dios todo es posible".
