Colaborador
Yessenia Centeno
Una asistente del hogar enfrentará un juicio oral y público en agosto próximo, según resolvió la juez de distrito penal de audiencias en Estelí por considerar que hay suficientes pruebas en su contra por el presunto robo de varias joyas valoradas en cinco mil dólares.
Entre las pruebas destacan varias prendas de plata que la acusada Rosa Argentina Acevedo Lanuza, devolvió a la víctima en cuya vivienda donde laboro durante veinte días como asistente del hogar.
Según la acusación el 15 de junio la víctima y empleadora de la procesada, por asuntos de su negocio debió viajar a la ciudad capital, dicha ausencia fue aprovechada presuntamente por la trabajadora para sustraer las prendas de valor, dinero en efectivo y otros artículos.
La defensora Publica Sandra Córdoba pidió a la juez de distrito penal de audiencias en Estelí doctora Alma Pino Irías, cambiar la medida cautelar de prisión preventiva por arresto domiciliar, ofreciendo una caución personal de diez mil córdobas y a dos familiares para que respondan por el cumplimiento de dichas medidas.
Sin embargo la representante del Ministerio Publico Fiscal Belkis Rodríguez Ponce, se opuso a la solicitud de la defensa, alegando que la acusada puede evadir la justicia, también exigió que la caución personal fuese equivalente a los tres mil dólares.
Luego de escuchar los alegatos de ambas partes, la juez de Distrito Penal de Audiencias en Estelí doctora Alma Pino Irías resolvió dar lugar al cambio en la medida cautelar de prisión preventiva, y aunque incrementó la caución personal ofrecida por la defensa a cincuenta mil córdobas no fue por la suma solicitada por el ente acusador.
La acusación señala que la asistente del hogar Rosa Argentina Acevedo Laguna, tomó las llaves de un ropero que estaban debajo de la almohada de la cama de su patrona, para luego sustraer las alhajas.
Ese mismo día por la tarde la acusada empeñó parte de las pulseras, cadenas, anillos de oro y plata robados. Luego entregó otra parte de las prendas a su hija adolescente quien procedió a venderlas.
Al siguiente día del robo la asistente del hogar no se presentó más a su puesto de labores, tampoco fue a reclamar su salario por la quincena trabajada, por lo que fue hasta el 24 de junio que la afectada detectó que los joyeros, el dinero y otros objetos habían alzado vuelo.
